El restaurante Es Torrent abría ayer sus puertas justo una semana después de la tormenta que arrasó la playa y provocó numerosos desperfectos. «De momento se ha tratado de poner la playa como estaba antes de la tormenta», decía Xicu Sala, propietario del restaurante, al tiempo que añadía que es difícil que recobre su estado natural «porque el torrente arrastró a su paso pinos y sabinas» que han dejado desierta la ladera de esta pequeña playa.
El aspecto ya mejorado de es Torrent hizo que ayer decenas de turistas se acercaran para disfrutar de las vistas y, también, de una buena comida. «Hemos perdido los dos mejores días del verano por el cierre, pero esto se arregla rápido y si hace buen tiempo en septiembre las pérdidas se notarán menos», aseguraba Sala que admitía tener las reservas del restaurante casi al completo hasta final de mes. «El martes ya empezamos a llamar a todos aquellos que habían hecho reserva para decirles que volvíamos a abrir», contaba mientras el movimiento del restaurante empezaba a recuperar su ritmo habitual.
Todavía quedan flecos por rematar en una de las zonas más afectadas por el temporal del pasado miércoles como rellenar el cupo de sombrillas y hamacas. «Nos faltan 30 sombrillas así que hemos tenido que colocar algunas de tela en la playa donde normalmente están las de paja y eso ha hecho que tengamos que meter algunas de las mesas del restaurante al interior en vez de dejarlas en la terraza», decía el propietario del restaurante que aseguraba que era una decisión temporal porque «la gente prefiere comer fuera». De la furgoneta que el mar arrastró el pasado miércoles y que era de su propiedad, tampoco sabe nada. «Solo sé que navegaba por los vídeos que he visto. No sé si está en Porroig o dónde porque el agua está muy sucia y no se ve nada», aclaraba.
Por su parte, el restaurante se muestra agradecido con la ayuda recibida por parte del Ayuntamiento de Sant Josep que ha permitido que la playa vuelva a llenarse solo una semana después de lo ocurrido.
Xicu Sala considera que no va a volver a producirse una situación similar a la vivida porque «el torrente ya está limpio, algo que antes, bajo mi punto de vista, no lo estaba y por eso ha pasado esto», matizaba. Y es que dice que la tormenta apenas duró diez minutos, «pero fue como una avalancha y destrozó todo».