El hombre de 36 años fallecido el pasado día 8 en el hospital de Can Misses tras ser trasladado desde una discoteca de Sant Josep falleció por una parada cardiorrespiratoria.
Según informaron ayer fuentes hospitalarias, la víctima había ingresado 72 horas antes, en estado crítico.
El fallecido, residente en Ibiza, sufrió un colapso que acabó resultando mortal.
Los servicios médicos estuvieron más de una hora realizando ejercicios de reanimación al joven de nacionalidad española.
La autopsia realizada apuntó como causa de la muerte una parada cardiorrespiratoria, a pesar de que inicialmente se relacionó la muerte con una posible ingesta de alguna sustancia estupefaciente.