Más de 500 personas de promedio han visitado cada día este verano el faro del Cap de Barbaria, según explicó ayer el conseller de Mobilitat, Rafael González, quien ofreció un balance de la prueba piloto de regulación del acceso de vehículos a motor, coches y motocicletas a la zona.
González valoró muy positivamente la puesta en marcha de esta prueba que ha permitido alcanzar los dos objetivos principales que perseguía, «por un lado evitar aglomeraciones, y por otro preservar este lugar natural y la tranquili dad que la rodea». Además, avanzó que la próxima temporada se volverá a aplicar y señaló la posibilidad de ofrecer algunos servicios como una zona de avituallamiento o un dispensador de bicicletas.
Desde el PP criticaron que la barrera no haya seguido instalada hasta el final de la temporada turística y su secretaria general, Anna Negre, destacó que «han vuelto los vendedores ambulantes y la suciedad en los alrededores del faro. No hay policía ni ningún control, como siempre».