Regresa Sardinas Negras al Periódico de Ibiza y Formentera y a la TEF con la emisión esta noche del primer programa de la temporada a las 21.55 horas. Lo hace con un invitado de lujo, el alcalde de Sant Joan, Antoni Marí Marí, Carraca, uno de los regidores más longevos de España y posiblemente uno de los que mejores resultados cosecha cada cuatro años.
La cita es por insistencia nuestra en su restaurante S'Illot, en un entorno privilegiado y con unas vistas maravillosas al mar. Allí nos demuestra que no le importa hacer cosas que normalmente no estamos muy acostumbrados a ver en un alcalde, como por ejemplo desescamar y abrir un pagre con un cuchillo matancero que le pone en más de un apuro. Afortunadamente, Carraca demuestra su experiencia para salir ileso de la prueba y de nuestras preguntas para convertirse en el primer Sardina Negra de esta temporada.
—Muchas gracias por estar con nosotros y por prestarse a luchar con esta pagre. No se si habrá muchos alcaldes que se presten a hacerlo...
—Bueno alcaldes de profesión ninguno porque no conozco a nadie que sea de profesión alcalde. Los habrá pescadores, agricultores, ingenieros o que tengan un restaurante, pero de profesión alcalde posiblemente sólo conozca a uno, un señor de Santa Cruz de Tenerife que lleva 34 años ejerciendo.
—Usted casi le alcanza. Lleva desde 1999 como alcalde de Sant Joan y desde 1977 como funcionario.
—(Risas). Es cierto. Enseguida se cumplirán cuarenta años de cuando tomé posesión de mi plaza de funcionario, Fue un 1 de mayo de 1978.
—¿Y no se cansa?
—Bueno este trabajo, como otros muchos, tiene sus días mejores y sus días menos buenos. Afortunadamente yo tengo la suerte de contar con un equipo magnífico de colaboradores que ayudan para que las decisiones no sean individuales sino pensadas en conjunto.
—Me imagino que también ayudará sus resultados cada cuatro años. Debe ser de los más votados de toda España.
—(Risas) No lo se. Pero si es cierto que tener el apoyo casi unánime de mis vecinos es una gran fuente de energía para seguir trabajando día a día.
—¿No le han llamado desde la calle Génova de Madrid para que les explique cual es el secreto de su éxito?
—(Risas). La verdad que no porque no hay más secreto que trabajar con un gran equipo e intentar pensar en cómo mejorar la vida de los ciudadanos.
—Dicen de usted que es más de hechos que de palabras. De los de hacer antes de prometer algo.
—(Risas). Tal vez no sea yo el único porque eso es algo que va mucho con la forma de ser de los ibicencos. No soy de los de divagar y divagar sino más bien un hombre de acción, de los quitarse la chaqueta y la corbata y pasar a trabajar. Y si hay que talar árboles hay que talarlos y si hay que pelar pescado pues se pela. No tengo complejos.
—No cree que cosas así servirían para ayudar a acercar la política a la población. Les verían de otro modo.
—No lo sé. Creo que todo eso depende de cada persona, de los partidos y de la propia ciudadanía, que es al final es la que nos vota dándonos su confianza para que les mejoremos su día a día.
—¿Es cierto que se conoce a todas las personas del municipio?
—Puede ser. Es lo que tiene llevar cuarenta años en el Ayuntamiento. Pero también es verdad que aunque me conozco el nombre y el apellido de casi todo el mundo ahora con la llegada de gente nueva me cuesta un poco más.
—¿No es estresante tener que tener contento a todo el mundo?
—Estresante no, es imposible. No se puede tener contento a todo el mundo y por eso hay que trabajar para que lo esté una mayoría y tener muy claro que nunca llueve a gusto de todo el mundo.
—¿Que le queda por cumplir?
—Muchas cosas aunque tres principalmente. La primera construir una nueva depuradora en la zona de Portinatx, la segunda desarrollar el complejo industrial en la zona de Sa Plana para que la gente del municipio de Sant Joan pueda instalarse sin problemas y la tercera es construir un nuevo polideportivo municipal. Creo que esto último puede empezar a hacerse realidad el próximo año.
—Eso de proyectos de futuro, pero del pasado han conseguido sobrevivir a la obra de la carretera. Parecía imposible.
—Pues sí y aunque parece que hace mucho tiempo no es tan lejano en el tiempo. Fue muy pesado pero al final creo que mereció la pena y al pueblo le ha venido muy bien.
—Aún así hay muchos vecinos de Sant Joan a los que les da pereza bajar a Ibiza. Conozco a un madrileño que lleva meses sin bajar a la capital...
—(Risas) Pues me llama la atención porque sólo la ciudad de Madrid tiene la misma extensión que la distancia entre Sant Joan y Vila. Pero bueno a mi también me pasa. Será porque aquí se vive muy bien y es muy cómodo.
—Usted debería estar acostumbrado. Creo que hacía bastantes kilómetros para festejar a su mujer Cati a Sant Carles.
—(Risas) Es cierto. Fue cuando la conocí. Allá por 1977, en mi época de Formación Profesional acudí con un amigo andando por un camino sin asfaltar desde Sant Joan hasta las fiestas de Pou des Lleó, y quedé tan impresionado que prometí no volver. Sin embargo, en invierno volví a hacer el camino varias veces para comer en el restaurante y mira por donde conocí a mi mujer. Nos caímos bien, ella me invitó a su 18 cumpleaños y se ve que no le disgusté mucho porque no nos hemos separado.
—Siendo de Sant Joan, ¿tuvo problemas con los de Sant Carles.
—(Risas) En absoluto. Al revés, son gente a la que admiro por su carácter y por la defensa que hacen de su territorio. Además, tengo amigos allí que seguramente me defiendan mejor que algunos vecinos de mi pueblo.
—Entonces no le fue mal tanta distancia recorrida. Una cosa. ¿Se ha quitado alguna vez el bigote?
—(Risas) Pues pocas veces. Empecé a dejármelo con 16 años y desde entonces es un sello de identidad. Me vería muy raro sin él y posiblemente no me conocería.
—Todo el mundo dice que Santi Marí será su sucesor en el cargo. ¿Es cierto que tienen una relación casi de padre e hijo políticamente hablando?
—Sí. Le conozco desde hace muchos años, cuando le contraté para trabajar en el restaurante y fueron ocho años magníficos. Luego tuve la suerte de convencerle para entrar en política y fue un acierto porque es una persona muy luchadora que pone mucho esfuerzo y dedicación en todo lo que hace.
—Fue de los primeros políticos con coleta. ¿Le hubiera dejado llevarla ahora?
—(Risas). Por supuesto. Él es libre y creo que la coleta entre la clase política la puso de moda él. Incluso a veces bromeamos para que se la deje de nuevo y haga competencia a Pablo Iglesias.
—Ya la última. Usted fue el fundador del equipo de fútbol de la Peña Independiente de Sant Joan. ¿Fue como estos jeques que llegó con el dinero por delante?
—(Risas). Ni en broma. Fue en mi época de estudiante y no tenía un duro. Lo fundé con un grupo de amigos que pensamos en crear un equipo porque Sant Joan no lo tenía. En el primer partido nos metieron 18 goles pero afortunadamente hubo paciencia y ahora está completamente consolidado.
—¿Y por qué el nombre? Ahora está muy de moda esto de Independiente.
—(Risas). Sí. Le dimos muchas vueltas y al final lo escogimos porque queríamos que abarcara a todos los pueblos del municipio.
PEQUEÑA BIOGRAFÍA (EEIF)
Antoni Marí Marí, Carraca, nació en Sant Joan en 1956.
Es alcalde de Sant Joan desde 1999 y funcionario del Ayuntamiento desde 1977. En 2003 logró un 84% de los votos, lo que le convirtió, proporcionalmente, en el segundo alcalde más votado de España.
En 1989 se afilió al Partido Popular y ha ocupado cargos de representación y dirección, ha sido vocal de la Federación de Entidades Locales de las Balears en representación de su municipio y miembro de la Comisión Insular de Urbanismo.
En 2004 fue elegido senador.
Fue miembro fundador y directivo del equipo de fútbol Peña Independiente de Sant Joan, presidente de la Comisión de Fiestas seis años y miembro y portavoz del Grupo de Defensa des Amunts en 1990 y 1991.
A FONDO
. UN LIBRO. Qué nos ha pasado, España: De la ilusión al desencanto de Fernando Ónega
. UNA PELÍCULA. Titanic
. UNA SERIE. Un, dos, tres
. UN GRUPO O UN CANTANTE. El grupo Uc
. UN COLOR. Azul
. UN PLATO DE COCINA. Guissat de peix
. UN DEPORTE. La pesca
. UN VIAJE QUE NUNCA OLVIDARÁ. Junto a mi hija por Italia
. UN LUGAR DE LA ISLA DONDE SE PERDERÍA. Cala Sant Vicent
. UNA MANÍA. Si tengo que pensar no me gusta que me hablen
. UN DEFECTO. Soy desordenado
. UNA VIRTUD. Saber escuchar
. UN SUEÑO POR CUMPLIR. Hacer un crucero con la familia
. ALGUIEN A QUIEN ADMIRE. Manuel Fraga
. TE HUBIERA ENCANTADO SER... Sería lo mismo con más tiempo