Todos tenemos problemas. Pero, algunas veces, hay tantas opciones posibles e interfieren tantas cosas, que nos es muy difícil saber qué hacer o por dónde empezar a la hora de afrontarlos y resolverlos.La clave principal está en ACTUAR, pero, no de cualquier manera ni en cualquier momento, sino con cabeza y sabiendo qué hacer en cada momento.
Por ello, me gustaría compartir aquí una especie de mapa u hoja de ruta en forma de preguntas, que nos pueden facilitar esa acción.
1 - ¿Cuál es el problema? ¿Qué es lo que nos preocupa?
Es importantísimo definir exactamente con todo detalle qué es eso que necesitamos resolver. Nos puede ayudar mucho escribirlo.
2 - ¿Su solución depende de nosotros? ¿Está en nuestras manos?
Clave: Si el sujeto del problema es alguien o algo que no somos nosotros, seguramente, no está en nuestras manos.
a) Si la respuesta es NO: ¿Hay algo que podamos hacer para minimizar el problema o sus efectos que sí esté en nuestra mano?
a.a.1 ) SÍ: ¿Qué sería? Escribirlo lo más detalladamente posible, paso por paso y después, actuar.
a.b.1 ) NO: Entonces, no nos queda otra que aceptar el problema y centrarnos en manejar las emociones negativas que nos provoca.
b) Si la respuesta es SÍ: ¿Qué cosas concretas podemos hacer para solucionarlo o minimizar sus efectos? Escribirlas lo más detalladamente posible, paso por paso.
3 - ¿Esas respuestas depende solamente de nosotros o hay alguien más implicado? ¿Necesitamos a alguien más para solucionar el problema?
a) NO: Actuamos.
b) SÍ: ¿A quién? ¿Qué opciones tenemos? ¿Esa persona nos puede ayudar? ¿Está en su mano?
b.1) NO: Buscar a otra persona que nos ayude, o aceptar que deberemos de resolver esto solos.
b.2) SÍ: Nos ponemos en contacto con esa persona para concretar los detalles y después, actuamos.
4 - ¿La solución de nuestro problema es inmediata o necesita tiempo?
a) Es inmediata: Elaborar un plan de acción detallando paso por paso lo que podemos hacer y actuar.
b) Necesita tiempo: Establecemos en el calendario los pasos que necesitaremos dar y elaboramos nuestro plan en base a ello.
5 - ¿Nuestro problema tiene una única solución, o tiene más de una?
a) Tiene solo una: Actuar.
b) Tiene varias soluciones posibles: ¿Cuáles son? Escribirlo lo más detalladamente posible.
b.1) Generamos todas las posibles soluciones
b.2) Sopesamos los costes y las ventajas de cada una de ellas (pros y contras)
b.3) Elegimos una de ellas. O varias, si es necesario, pero, las ordenamos por tiempo o importancia.
b.4) Las ponemos en práctica: Actuamos.
Concentrar nuestros esfuerzos en hacer algo al respecto: la clave está en ACTUAR. Si no hacemos nada, el problema no se resolverá por sí solo, sino que, posiblemente, empeore cada vez más.
Comprometámonos a hacer lo que hay que hacer y hagámoslo. Primero una cosa, después otra, paso por paso, con paciencia, constancia y determinación. Si lo tenemos escrito, nos resultará más fácil saber qué hacer en cada momento.
Tratar de encontrar una estrategia que nos ayude. A veces no hay una vía directa para llegar a nuestra solución y necesitamos explorar otras opciones. Tomémonos el tiempo que necesitemos, hasta que demos con la más adecuada y conveniente para nosotros, o con la que comporte menos desventajas.
Desarrollar un plan de acción: ¿Qué sería mejor hacer en primer lugar? ¿Qué a continuación? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Con quién?
Dejar de lado otros problemas y concentrarnos solo en resolver uno cada vez. Poner nuestro foco en él hasta que esté resuelto, y solo después, pasar al siguiente. Podemos ordenarlos por orden de importancia o de prioridad en el tiempo.
Buscar ayuda o consejo sobre lo que podemos hacer. A veces, alguien externo nos puede dar una visión más objetiva y neutral y claves que, tal vez, nosotros, desde dentro, no somos capaces de ver.
Hablar con alguien que pueda hacer algo concreto con respecto a nuestra situación. Pedir ayuda no es ser débil o cobarde, sino todo lo contrario. Hay situaciones que no podemos afrontar solos y pedir ayuda puede ser el primer paso para solucionarlas.
Ser positivos. Siempre hay algo que se puede hacer y, si no es así, siempre hay algo que se puede aprender de lo que nos sucede que nos puede ayudar la próxima vez. Esto que está sucediendo, como todo en la vida, también pasará.
Cuando no nos queda otra que aceptar lo que hay, siempre está en nuestra mano apoyarnos en nuestros seres queridos, o buscar a alguien que nos pueda ayudar a sobrellevar la situación un poco mejor. Resignarnos y rendirnos no va a ayudarnos. Dar algún paso, aunque sea pequeño, sí.