Síguenos F Y T I T R

Más de un millar de pitiusos necesitan dormir en Palma para recibir tratamiento médico

|

Un total de 1.069 pacientes y sus acompañantes de las Pitiusas, 1004 de Ibiza y 65 de Formentera, necesitaron pernoctar en Palma durante el año pasado para recibir un tratamiento sanitario o someterse a una intervención quirúrgica. Durante este año, hasta agosto, han sido 646, entre pacientes y acompañantes, los que han pasado noche en Palma, según los datos facilitados por el Servei de Salut balear.
Desde la puesta en marcha del tratamiento del servicio de radioterapia en Can Misses se han reducido los desplazamientos, si se compara con Menorca, pero aún así hay muchos tratamientos e intervenciones que se han de realizar en Palma, en Son Espases que es el hospital de referencia de Balears y que cuenta con una UCI para neonatos y otros servicios que no se ofrecen en Ibiza. También se van fuera de la comunidad, como la Fe de Valencia donde está la Unidad de Quemados u hospitales de Barcelona.
Los traslados se realizan en función de la complejidad de los tratamientos y las intervenciones, para una cirugía más especializada o para determinados tratamientos contra el cáncer.
La sanidad pública cuenta desde el 20 de diciembre de 2016 con la hospedería de Son Espases en la que se alojaron 78 familias, de las que seis eran de Formentera. Hace tres semanas ampliaron las instalaciones y de las ocho habitaciones han pasado a disponer de una docena. Además de este recurso, la Conselleria de Salut tiene convenios con diferentes entidades, como es el caso de la Residencia de Can Granada, cerca de Son Espases, en la que se alojaron 811 personas de Ibiza y 29 de Formentera el año pasado. Este año han sido 446 las que han pasado por estas instalaciones.
Uno de los recursos más demandados son los pisos de la Asociación de Ayuda al Enfermo Desplazado de Balears (Asamdib) y la Asociación de Padres de Niños con Cáncer (Aspanob) en Balears. «Tenemos overbooking en los pisos», asegura Jaume Coll. «En Can Granada todo son gastos; pasan por caja para todo y en los pisos hay más flexibilidad», comenta, ya que servicios como lavandería o plancha los han de pagar como un servicio extra. «Damos muchas más facilidades, no somos tan estrictos», apunta. Coll asegura que la ocupación de los pisos que gestionan, tres en Palma y dos en Barcelona, es muy elevada. «Están llenos».
Una de las usuarios de los pisos es Leo, con un hijo ingresado en Son Espases, que ha vivido entre Palma y su residencia en Santa Eulària. «Me pilla un poco lejos del hospital, pero los pisos están muy bien; te sientes como en tu casa».

Lo más visto