El PP de Vila criticó la propuesta para modificar los futuros proyectos del Consorcio Eivissa Patrimoni de la Humanitat (CEPH) que fue aprobada ayer por el gobierno de PSOE y Guanyem y que incluye destinar 300.000 euros del futuro aparcamiento del parque Reina Sofía al pago del aval en el contencioso que el Ayuntamiento mantiene con las empresas que realizaron las obras de rehabilitación de Can Botino hace más de una década.
La UTE ‘Can Botino', formada por la constructora Copisa Constructora Pirenaica SA y Estructuras Aragon SAU, interpuso un recurso contencioso administrativo contra el CEPH en 2011 en reclamación del pago de 258.740,91 euros correspondientes a la revisión de precios del contrato Proyecto y Obra de rehabilitación de Can Botino y los intereses de demora devengados. «Este contrato había sido adjudicado por el CEPH en enero de 2004, bajo el gobierno del Pacte Progressista. Las obras de reforma de este inmueble acabaron suponiendo una inversión total de 3,6 millones de euros, financiados a través del Consorcio Eivissa Patrimoni de la Humanitat», destacaron los populares a través de un comunicado.
En abril de este año, el juzgado contencioso-administrativo número 2 dictó la sentencia 87/17, favorable a la UTE ‘Can Botino' y, hace solo un mes, el mismo juzgado dictó un auto disponiendo la ejecución provisional de la sentencia por importe de 289.691,62 euros. «El Consorcio ha apelado la resolución judicial, pero tiene que hacer frente al pago de esta cantidad al haber presentado aval la parte demandante. Para ello, el gobierno de Vila aprobó ayer destinar parte del crédito disponible del proyecto del aparcamiento del parque Reina Sofía para hacer frente a este pago judicial», afirmaron desde el PP de Vila.
Resolución
Los populares aseguraron que el pago debe efectuarse en cumplimiento de la resolución judicial, pero criticaron que éste se realice con cargo a un proyecto que daría respuesta a uno de los problemas más graves que padece la ciudad, como es la falta de aparcamientos. La construcción de un aparcamiento subterráneo bajo el parque Reina Sofía supondría la creación de 329 plazas para automóviles y 110 para motos en cuatro alturas, con una superficie soterrada total de 14.104 metros cuadrados y una zona verde de 12.481 metros cuadrados, según el proyecto encargado por el Partido Popular en el anterior mandato. «Este estudio se ajustaba tanto a las normas del Plan General como al Plan Director de Murallas -que contemplaba la construcción de un aparcamiento en esta ubicación-, ya que apostaba por la recuperación de las rasantes originales. Tras recibir el visto bueno de la ponencia técnica del PEPRI, esta propuesta fue aprobada con el voto en contra del entonces PSOE-Pacte», aseguraron los populares.