El Observatorio de Puig des Molins, propiedad del Ayuntamiento de Eivissa y que gestiona la Agrupación Astronómica de Ibiza, recibió en 2017 un total de 1.300 visitantes, según explicaron ayer a través de una rueda de prensa.
La cifra es ligeramente superior a la de 2016, lo que demuestra la «gran demanda» existente en relación a la astronomía y el interés de los ibicencos por la materia. La asociación destacó que durante las visitas grupos de estudiantes y de particulares han podido contemplar la Luna, Saturno o Júpiter.
Asimismo, gracias al telescopio solar que se pone en marcha todos los miércoles, los visitantes han podido observar manchas solares, entre otras cosas.
En 2017, el Observatorio también ha seguido con su labor para obtener fotografías lunares, planetarias y solares. En concreto, seis imágenes de Júpiter y Saturno han sido enviadas al Planetary Virtual Observatory and Laboratory de la Universidad del País Vasco. También han sido fotografiadas manchas solares.
En cuanto al Telescopio de Cala d'Hort, propiedad del Consell, el pasado año permitió descubrir seis asteroides y obtener dos nuevas fotografías de gran resolución correspondientes a campos nebulares de cielo profundo. Los asteroides descubiertos, que se suman a los 200 que tiene asignados la AEE, representan una cantidad inferior en comparación con años anteriores. «Esto se debe a las prolongadas labores de adaptación telemática que ha sufrido el telescopio», destacaron.
Las dos fotografías de alta resolución pertenecen a la Nebulosa del Vel y a la de Coccon, siendo la primera restos de una estrella gigante que estalló en forma de supernova. La segunda nebulosa contiene gas hidrógeno donde se condensan nuevos astros.
La AEE también organiza en Cala d'Hort encuentros para dar a conocer el firmamento. Así, unas 200 personas han disfrutado de estas sesiones en 2017, al tiempo que han participado centros educativos de la isla.
La Agrupación ha intensificado su trabajo para lograr una aplicación real de las medidas legales vigentes para prevenir la contaminación lumínica. Así, en 2017 se han reunido con alcaldes y miembros del Consell d'Eivissa para solicitar una ordenanza de ámbito insular con el objetivo de proteger el cielo, algo importante para proteger algunas especies y el propio descanso vecinal, además de para la astronomía.