Los empresarios del West End presentarán alegaciones a su declaración como Zona de Protección Acústica Especial (ZPAE) para proponer un horario de cierre más amplio que el que propone ahora la normativa, que señala que las terrazas deberán retirarse a las 23 horas y los locales deberán cesar la actividad a las 3 de la madrugada.
Alfonso Rojo, presidente de la Petita i Mitjana Empresa d'Eivissa i Formentera (Pimeef), se reunió ayer con parte del gobierno municipal de Sant Antoni para tratar de mediar en un asunto que ha despertado una gran oposición e «incertidumbre» entre los empresarios de la zona que consideran que «una aplicación restrictiva darán al traste con el West End».
Según señaló Rojo tras la reunión celebrada en el Ayuntamiento de Sant Antoni, los empresarios son «escépticos» con esta nueva normativa y dudan de que «la cumplan aquellos que ahora se la saltan a la torera». «Los empresarios no defienden el ‘todo vale' en el West y son conscientes de que se incumple la normativa», aseguró el presidente de los empresarios pitiusos.
Hacer cumplir la ley
Los dueños de los negocios del West que sí cumplen la ley piden al equipo de gobierno municipal que acelere las sanciones que se aplican a los locales que cometen infracciones como, por ejemplo, tener en su plantilla a ‘tiqueteros' o dejar las puertas abiertas aumentando las molestias a los vecinos a causa de la elevada música. «Los empresarios que realizan malas prácticas dan muy mala imagen a la zona», afirmó Alfonso Rojo quien considera que hay que llegar a un acuerdo con todos los propietarios de los locales del West para que cumplan la legalidad. «Es mejor lograr el consenso que tirar por la calle de en medio. Una norma de este calado difícilmente se hará efectiva si se hace solo desde el Ayuntamiento», concluyó.
La Pimeef sostiene que ese consenso no puede lograrse si finalmente se aplica la «restrictiva» normativa que acompaña a la declaración de ZPAE. En su opinión, es «muy difícil» hacer cumplir que las terrazas se retiren a las 23 horas porque es, a partir de ese momento, cuando empieza la actividad en el West. «Este horario hará inviable tener terrazas», aseguró Rojo. Del mismo modo, los empresarios no ven con buenos ojos decretar el cierre de los locales a las 3 de la madrugada, ya que si los locales cumplieran la normativa, con la debida insonorización y mantuvieran las puertas cerradas, «podrían seguir abiertos sin molestar a los vecinos».
Por su parte, la concejala de Gobernación de Sant Antoni, Aída Alcaraz, no aclaró si el Ayuntamiento hará alguna concesión a los ciudadanos. «Ahora estamos en un momento de exposición pública donde los empresarios podrán presentar alegaciones que estudiaremos con el detenimiento que se merece», se limitó a decir.
Alcaraz insistió en que el Ayuntamiento «tiene que hacer cumplir la legalidad» y no poner por encima los intereses particulares de un grupo de empresarios de «ciudadanos que pueden sufrir un daño para la salud por unos niveles de ruido ilegales e inasumibles por encima de lo legalmente permitido».