El Consell d'Eivissa ha confirmado a Periódico de Ibiza y Formentera que ha decidido cesar a la actual jefa de sección del Hospital Residencia Cas Serres, Pepa Catany, que volverá a su plaza en la institución insular como psicóloga en el Centre d'Atenció a la les Drogodependències (CAT). Según detallaron desde la Conselleria de Benestar Socia, se trata de una decisión «exclusivamente técnica de mover el personal del departamento». Está previsto que Catany continúe en su puesto de trabajo hasta que no se le notifique de manera oficial y por escrito que vuelve a su plaza anterior. La máxima institución insular ya sabe quién sustituirá a Catany, aunque por el momento no ha trascendido el nombre.
El representante de UGT en Cas Serres, Juan Luis Núñez, aseguró que «oficialmente» no están al tanto del cese de Pepa Catany. De todas formas, aseguró que «cualquier cambio de dirección» no va a aportar nada «si no se solucionan los problemas de fondo». En este sentido, recordó que sigue siendo necesario «agilizar las trabas administrativas», ya que «no son las adecuadas para la gestión de un hospital». «En estos momentos se está negociando las mejoras como el aumento de plantilla, el cobro de nóminas o facilitar las sustituciones y estamos a la expectativa», apuntó Núñez. Según destacó, la denuncia al Consell d'Eivissa ante la Inspección de Trabajo y la reclamación a los presupuestos de 2018 está sirviendo «al menos» para negociar estos puntos. «No podíamos aceptar unos presupuestos que no paliaban la insuficiencia de plantilla y el tema de la plantilla temporal. Con tantos problemas de sustituciones la gente tiene que doblar turnos y trabajar días libres, lo que causa sobrecarga de trabajo y aumento de las bajas», lamentó Núñez, que también denunció que «los bolsines están agotados y no se crean nuevos». En este sentido, recordó que la semana pasada faltó un celador cinco días y «no se ha podido sustituir porque no hay personal en los bolsines».
Respecto al retraso en el pago de las nóminas, Núñez aseguró que no tiene noticias de si se han empezado a cobrar, aunque «se supone que por estas fechas se iban a empezar a pagar». «La solución que se dio desde el departamento de Bienestar social es que los trabajadores pidieran un anticipo, aunque para nosotros la solución correcta hubiera sido que se hubiera establecido una segunda fecha de pago de nómina, pero no un anticipo de una nómina que tendrían que haber cobrado ya», subrayó.