Este domingo por la mañana, a partir de las 11.00 horas y si el tiempo no lo impide, se celebrará en Ses Variades i Es Caló d?en Gangil una nueva edición del festival de cometas Posa un estel al cel que se lleva organizando desde hace 25 años desde el colegio Guillem de Montgrí de Sant Antoni.
En esta ocasión, aprovechando la efeméride, además de la posibilidad de volar cometas, los organizadores han creado una cúpula geodésica de madera para que acoja dos exposiciones además del taller de reparación. La primera será una muestra divulgativa con unas líneas del tiempo que marcarán la historia de estos artefactos cuyo origen posiblemente se remonta a la antigua China, cuando en torno al año 1200 a. C. se utilizaban como dispositivo de señalización militar, mientras que la otra enseñará las camisetas que se han ido entregando desde la segunda edición a todo el que fuera capaz de hacer volar su artefacto durante algo más de un cuarto de hora. Además, los participantes entrarán en el sorteo de cinco modernas cometas que han sido donadas para el festival por la empresa barcelonesa Ventilador.com
Pepín Valdés, el gran impulsor
Aunque el festival Posa un estel al cel se asocia siempre al colegio Guillem de Montgrí el verdadero impulsor de la iniciativa fue su profesor Pepín Valdés. Fue a finales del año 1990, cuando el Ayuntamiento de Sant Antoni le pidió, como representante de los maestros del municipio en el Patronato de Deportes, que pensara una actividad para toda la familia que pudiera dinamizar las fiestas y él pensó en organizar una quedada para volar cometas que fuera abierta a todo el mundo y no competitiva. «La primera edición tuvo lugar el último domingo de enero de 1991 y funcionó sobre todo a través del boca a boca entre el gremio de profesores de Sant Antoni, y aunque apenas participaron en la iniciativa unas veinte cometas, ya se veía que era algo que podía calar en la comunidad», recordó a PERIÓDICO DE IBIZA Y FORMENTERA el propio Valdés.
Tal vez por ello, ya para la segunda edición y con más tiempo por delante decidieron involucrar a todos los las escuelas y asociaciones del municipio para que construyeran sus propias cometas, distribuyendo incluso un pequeño dossier con dos modelos sencillos. Además, crearon una camiseta para todos aquellos que hicieran volar su cometa hecha artesanalmente durante más de un cuarto de hora. Y el resultado, según Valdés, «fue espectacular con la participación de más de 125 personas».
Desde entonces el festival no ha parado de crecer celebrándose todos los años a excepción de 1994 y 1995. El número de participantes ha ido aumentando llegándose a alcanzar los 440 en 2011 con cerca de 200 cometas volando al mismo tiempo en el cielo de Ses Variades. Además, se han organizado conferencias con expertos y clubes como Comevientos de Madrid, Milotxes de Valencia o Volant al vent, talleres de construcción para toda la familia y exposiciones en el Espai Jove de Sant Antoni a cargo del veterano constructor y vecino del pueblo Manuel Arnal.
Incluso, existe un completísimo blog (posaunestelalcel.blogspot.com.es) en el que se puede encontrar amplia información sobre el festival y su historia con galerías fotográficas de todas las ediciones a partir de 2006, recortes de prensa, vídeos informativos de cómo construir tu propia cometa o referencias a los modelos más conocidos que existen en la actualidad. «Lo vamos actualizando cuando podemos pero nos hace ilusión tenerlo activo porque creemos que es nuestra humilde aportación para seguir dejando huella en la comunidad de Sant Antoni», resumió Valdés.
En este sentido, el exprofesor del CEIP Guillem de Montgrí se mostró muy satisfecho con el trabajo realizado hasta el momento aunque alertó de que hay que seguir trabajando «porque todo lo que no se cuida y no se mantiene, por mucho que esté asentado, acaba por desaparecer». «Es muy bonito echar la vista atrás y ver que hemos conseguido crear un evento que se ha consolidado como un gran referente para la comunidad de Sant Antoni y en el que participan padres de familia que acuden anualmente con sus hijos después de que ellos acudieran siendo pequeños a las primeras ediciones», explicó Pepín Valdés.
Siempre ha sido en Ses Variades
El impulsor de la iniciativa también explicó a este periódico el por qué de la elección desde la primera edición de Ses Variades como escenario para el festival Posa un estel al cel. «Es un lugar en el que muchas personas de mi generación jugábamos cuando éramos pequeños, cuando era más abierto y no tenía ninguna construcción desde el faro hasta Caló des Moro, y porque, al estar cerca del mar, tiene una confluencia de vientos muy propicios para hacer volar todo tipo de cometas».
Sin embargo y aunque pueda parecer sorprendente, Valdés no era de los que jugaba mucho con cometas cuando era pequeño. «Si te digo la verdad no tengo muchos recuerdos míos haciendo volar cometas, más bien al revés, creo que me empezó a interesar especialmente el tema cuando estaba estudiando para ser profesor y, sobre todo, cuando a los veintitantos años cayó en mis manos un libro que hablaba de su historia y de los distintos modelos que hay».
MUY ÚTIL PARA LOS JÓVENES
«Para hacer volar una cometa hay que tener la mente muy despierta»
? Pepín Valdés destacó la importancia que han tenido las cometas a lo largo de la historia ? «el político e inventor estadounidense Benjamin Franklin las usó para investigar los rayos e inventar el pararrayos y fueron muy útiles para crear los globos meteorológicos o en el inicio de la aviación militar», ? y lo que pueden aportar a los jóvenes en un mundo actual dominado por las nuevas tecnologías. «Hacer volar las cometas siempre depende de muchas variables distintas y eso hace que los niños necesiten tener la menta despierta y sus cinco sentidos atentos»