En julio de 2016 el Consell d'Eivissa anunció la construcción de una nueva pasarela elevada sobre la ronda E-20 para conectar la zona de s'Olivera, en Puig d'en Valls, y Vila. Entonces la institución insular manejaba tres alternativas que pasaban por un modelo de paso elevado metálico. El problema, no obstante, se lo han encontrado con el trazado que se acordó inicialmente. Según detalló la consellera de Mobilitat, Pepa Marí, el proyecto «no se pudo tirar adelante» porque el trazado previsto invadía un terreno que contaba con unas obras autorizadas. «Teníamos un proyecto, pero a la hora de hacerlo nos dimos cuenta que estaba dentro de un terreno al lado de la carretera, donde el propietario tenía un permiso de obra para hacer un edificio», explicó Marí, quien reconoció que esta situación hacía «inviable» el primer trazado. La consellera aseguró que el Consell está trabajando en este cambio de trazado «en acuerdo con la propiedad del terreno» con la idea de sacar pronto el proyecto constructivo. «Espero que este año lo podamos licitar, aunque no tenemos plazos concretos», añadió.
Críticas
Pepa Marí también respondió a las críticas del PP de Santa Eulària, que a través de las redes sociales denunció la «parálisis» de algunos proyectos como este del paso peatonal de s'Olivera: «Se está trabajando, y tal como sabe el PP de Santa Eulària, hay una tramitación administrativa que se tiene que hacer», indicó Marí, que reiteró que fue cuando estaban con la tramitación cuando se dieron cuenta que era «inviable», lo que les ha obligado a modificar el proyecto. La consellera aseguró que esperan construir esta infraestructura antes de que acabe la legislatura.
Esta pasarela es una reivindicación de los vecinos de la zona que el Consell d'Eivissa decidió atender dada la peligrosidad que supone la utilización del paso de la obra de drenaje que existe en el torrente de s'Olivera para atravesar la carretera. Desde la misma institución apuntaron que se trata de un paso utilizado por muchas personas, a pesar de su peligrosidad y de la señalización que prohíbe su uso. El estudio que elaboró el Consell concluía que la creación de un nuevo paso inferior, paralelo a la obra de drenaje, presentaba importantes inconvenientes, tanto de seguridad como por la complejidad de la obra, ya que se debería evitar que acabara recogiendo los posibles caudales de agua procedentes de lluvias copiosas. Así, los técnicos del Consell propusieron como solución más adecuada la construcción de una pasarela elevada entre la zona comercial de Puig d'en Valls, por la calle del Mar Mediterráneo, y la ciudad de Ibiza, por la calle Bartomeu Rosselló Sala.
Las tres propuestas que maneja la institución son un modelo de pasarela metálica en celosía, con mostrador recto o curvado, o de pasarela metálica en arco.