Los tiempos cambian, y los agentes sociales cambian a su vez. Por eso, la idea que tiene la sociedad sobre de algunas instituciones puede no coincidir con la realidad. El Ejército se ha dado cuenta de ello, y en los últimos años ha iniciado un proceso aperturista y de acercamiento a la sociedad balear.
El comandante general de Balears, Juan Cifuentes, asegura que «además de prepararnos para posibles conflictos que puedan venir, podemos hacer un servicio para la sociedad balear». Dicho y hecho.
El año 2017 ha sido un buen año para el Ejército, que ha empleado gran parte de sus esfuerzos en cuidar el medioambiente. Un buen ejemplo de ello es la ampliación de las unidades sobre el terreno dedicadas al Plan Vigilante Balear, iniciativa que surge desde la Comandancia General.
En sus inicios hace dos años, comenzó siendo la respuesta a uno de los pilares básicos para Cifuentes, la protección del medioambiente. Para ello, se destinaron diversas unidades a ayudar a preservar el medioambiente y a reconocer y conservar los espacios naturales es en los meses de mayo a septiembre. Cifuentes define el Plan Vigilante Balear como un «elemento disuasorio» para todos aquellos que quieran cometer actos vandálicos en el medio natural. La iniciativa continuará con un incremento de cometidos en los próximos años.
Otro de los servicios a la sociedad balear que se ha puesto en marcha y que el comandante general destaca es la inclusión de las unidades del Ejército de Tierra de Balears en el Mando de Presencia y Vigilancia Terrestre, mando de reciente creación a nivel nacional y que completa al mando del Ejército de Aire y de la Armada que ya existían. Esta nueva inclusión supone que el Ejército de Tierra de Balears esté incluido en la defensa del territorio nacional, concretamente en la defensa del archipiélago.
Una actividad importante que se ha llevado a cabo ha sido la certificación de un Módulo de Emergencias bajo supervisión de la Unidad Militar de Emergencias (UME), que permitirá complementar las capacidades que tiene esta unidad en el caso de necesitar ayuda.
La UME está centralizada en Betera, Valencia, por lo que el tiempo de respuesta en caso de emergencia es de unas horas. La función de este nuevo módulo de emergencias es tomar las medidas necesarias para minimizar los daños de las catástrofes como incendios, inundaciones o similares, hasta que llegue la UME. Este nuevo módulo permite, además, la colaboración entre los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, a los que pertenece la responsabilidad directa de la atención en los casos de emergencias, y la Delegación del Estado.
Según el comandante general de Balears, «gracias a este módulo, el Ejército aporta el conocimiento de las infraestructuras que en la UME, al ser de Valencia, no está tan desarrollado». Los medios con los que cuenta son propiedad de la Comandancia.
Entre los equipos de los que disponen y que cederían a la UME en caso de emergencia, se destacan algunas maquinarias de ingeniería especializadas, medios de transporte efectivos para llegar al lugar de la catástrofe sin problemas y alimentación de campaña.
LA LABOR PEDAGÓGICA
El Ejército busca acercarse a la sociedad a través de los colegios
En los últimos años, el Ejército ha optado por acercarse a la sociedad civil para romper la barrera invisible que los separa. Las actividades que más éxito han tenido se han ubicado en los colegios. El ejemplo más reciente
lo encontramos en el colegio Madre Alberta de Palma. Centenares de alumnos asistieron a una videoconferencia con dos militares ubicados en la Antártida. A acto asistió también el comandante general de Balears, Juan Cifuentes, que en este sentido explicó que «actualmente, queremos hacer difusión de la cultura de la seguirdad a través de los colegios, estamos hablando con directores para mostrarles módulos formativos descargables».