El proyecto de construcción del albergue municipal de Vila para personas sin techo no será una realidad antes de que acabe esta legislatura. Aunque la tramitación ya encara la recta final, todavía quedan unos flecos administrativos para demoler el antiguo retén de la Policía Local situado en la calle Vicent Serra y construir en ese solar las nuevas instalaciones, por lo que previsiblemente las obras no empezarán hasta el mes de octubre.
«Entendemos que, con el verano encima, lo más lógico es esperar hasta octubre», confirmó el concejal de Bienestar Social de Vila, Joan Ribas, quien admitió además que, teniendo en cuenta la duración de las obras, entre un año y un año y medio en total, el albergue municipal no estará terminado hasta finales de 2019.
El equipo de gobierno municipal, según explicó Ribas, confía en aprobar definitivamente el proyecto en el pleno de abril o, como mucho, el de mayo después de que el proyecto pase el último filtro por parte de la Comisión Insular de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Patrimonio Historicoartístico (Ciothupa) dé el visto bueno a las obras, un trámite obligatorio teniendo en cuenta que todo el municipio está considerado zona arqueológica y necesita la aprobación previa de este órgano a la hora de acometer cualquier obra.
El futuro albergue municipal dispondrá de 32 plazas, 12 más que las actuales y un total de 20 habitaciones, así como un centro de día, un comedor o una pequeña biblioteca. El anuncio de su construcción del albergue municipal se realizó en mayo de 2016 aunque, un año después, Vila cambió la idea inicial de reformar el antiguo retén policial y anunció que finalmente se demolería para construir un nuevo edificio. Según señalaron en mayo de 2017, el nuevo proyecto, con un presupuesto de 1,4 millones de euros, consistiría en hacer la demolición y la posterior construcción sin pausas para evitar mayores molestias para los vecinos con la previsión de que las nuevas instalaciones estuvieran terminadas a lo largo de este 2018.
Antes que es Gorg
A pesar del retraso, el proyecto del futuro albergue marcha con mayor celeridad que el de la construcción del centro de baja exigencia previsto en es Gorg, otro de los proyectos destinados a personas sin hogar. «El albergue irá más rápido que es Gorg porque depende solo del Ayuntamiento de Eivissa. Es Gorg depende de otras administraciones y del Consell», matizó el concejal de Bienestar Social.
Según señaló, en estos momentos se están realizando los convenios necesarios para traspasar la financiación necesaria por parte del Consell d'Eivissa y hacer las obras de un centro cuyo funcionamiento posterior será sufragado por los cinco Ayuntamientos de la isla. Respecto a las obras, Ribas destacó que se trata de unos trabajos «más complicados» que los de construcción del albergue, dado que los terrenos donde se situará el centro de baja exigencia se encuentran en una zona con elevados niveles freáticos que dificultan las obras.