Balears acabará el año con unas 350 instalaciones de placas fotovoltaicas en edificios públicos y privados que generarán una potencia superior a los 5.000 kilovatios. A éstos hay que añadir los procedentes de las instalaciones ubicadas en los edificios de la Comunitat, como depuradoras, hospitales y colegios, por lo que el resultado final será de más de 7.000 kilovatios de energías renovables instalados. Así lo indicó ayer el conseller d'Energia, Marc Pons, quien presentó la línea de ayudas para estas instalaciones para este año, que ascienden a 1,2 millones de euros y que financian entre el 40 y el 60 % del proyecto.
En concreto, la línea para particulares y empresas, que se puede solicitar hasta el 12 de julio, es de 827.000 euros, mientras que en los próximos días saldrá la convocatoria para las administraciones locales, de 1,2 millones de euros. Estas ayudas permitirán instalar 2.300 kilovatios de renovables en edificios públicos y privados, que se sumarán a los 2.850 de las 250 instalaciones que recibieron ayudas en 2016 y 2017.
El conseller destacó el «impulso» a las renovables a lo largo de esta legislatura, «con crecimientos del 700 %» de potencia instalada respecto del anterior mandato y recordó la apuesta del Govern por la transición energética. Pons, junto al director de Energia i Canvi Climàtic, Joan Groizard, presentó la línea de ayudas para este año en el hotel Portitxol, donde visitaron, acompañados del propietario del establecimiento, Mikael Landström, la instalación que placas fotovoltaicas que ha realizado en el hotel gracias a las ayudas públicas de la pasada convocatoria. «En un máximo de cinco años tendremos la inversión amortizada y los clientes agradecen la apuesta por renovables», declaró Ladström, quien cifró el ahorro energético en unos 3.000 euros anuales.