La patronal Fomento del Turismo de Ibiza emitió ayer un comunicado para recordar que el principal motor económico de la mayor de las Pitiusas es el turismo. «En los últimos meses se están levantando en Ibiza una serie de voces que, legítimamente, defienden entre otras cosas, la idea de una Ibiza mejor con menos turismo. Es cierto que los ibicencos, de nacimiento o adopción, estamos viviendo en los últimos años una caída de la calidad de vida en aspectos como, entre otros, el tráfico o el disfrute de algunas playas durante los meses punta de la temporada y otros problemas más estructurales como la dificultad de acceso a la vivienda para los residentes y trabajadores de temporada, fruto, principalmente, de la comercialización de pisos en plurifamiliares como turísticos, que ha provocado la desaparición de unas 30.000 plazas de vivienda habitual», explica Fomento del Turismo en una carta que se puede leer en nuestra sección de opinión. En paralelo a lo anterior, recuerda la patronal, se ha producido una «mejora del empleo en Ibiza, es decir, hay más familias que tienen un acceso a un trabajo que, además, pasa en muchos casos de cinco a siete meses». Así, enfatizan que el turismo «es la actividad que mantiene casi al 100% de la economía de la isla» y señalan, a su vez, que la actividad turística es el «motor económico» de Ibiza. En este sentido reconocen que cualquier actividad turística tiene sus aspectos positivos y negativos «y debemos trabajar entre todos para potenciar los positivos y minimizar los negativos».
Fomento del Turismo asegura que el «reto de nuestra sociedad y, por extensión, de nuestra representación política es buscar un equlibrio entre el bienestar de los habitantes y el desarrollo de la actividad que nos mantiene en unas cotas de bienestar impensables hace sólo 50 años». Por todo ello, Fomento del Turismo rompe una lanza a favor del turismo «y nuestros visitantes y demandamos una sociedad reivindicativa contra las ilegalidades, responsable y solidaria y una clase política responsable y con visión de futuro para tener una isla en la que el turismo y la convivencia de los residentes vayan de la mano, que sea sostenible en el tiempo y que permita alcanzar unas cotas de nivel y calidad de vida para los ibicencos de nacimiento y de adopción que sean envidiables».