El viernes por la noche el vuelo de Ryanair que cubría la ruta Ibiza-Barcelona se retrasó y no llegó a su destino hasta pasadas 11 horas.
Los pasajeros del vuelo FR8140, operado por la compañía irlandesa, con destino Barcelona tuvieron que esperar en el Aeropuerto de Ibiza hasta la mañana del día siguiente para poder llegar a su destino. El vuelo que tenía la salida prevista a las 23:05 de la noche del viernes sufrió un retraso y finalmente pudo despegar alrededor de las 10 de la mañana de ayer.
Con tantas horas de espera, 11 en total, los pasajeros denuncian a este periódico la falta de información por parte de los empleados de tierra de la compañía, así como del servicio de atención telefónica y web. Según aseguraron, la hora de salida del vuelo se cambió hasta seis veces durante la noche, sin más datos que los que aparecían en las pantallas informativas del aeropuerto.
Momentos previos a la salida del vuelo, los pasajeros tuvieron que esperar casi media hora en el interior del avión sin que ningún miembro de la tripulación diera explicaciones por lo sucedido.
Después del aterrizaje, que se produjo a eso de las 10.45 de la mañana del sábado en la T2 del Aeropuerto de El Prat de Llobregat de Barcelona, la espera se repitió y los pasajeros tuvieron que mantenerse sentados otros 30 minutos.
Esta no es la primera vez que Ryanair recibe quejas por la actuación de sus trabajadores en caso de retrasos y cancelaciones de sus vuelos. La escasez de información sobre la situación suele ser común en ésta y otras compañías aéreas.