La gran mayoría de las patologías de comportamiento en especies exóticas están provocadas por un mal manejo o un mal mantenimiento de estos animales en cautividad. La tenencia de aves exóticas no es la excepción. Cuando nos vienen a la cabeza los loros, guacamayos y periquitos en estado salvaje, siempre pensamos en grandes bandadas, volando y vocalizando ruidosamente, y normalmente cuando tenemos una de estas aves en nuestras casa las solemos tener solas, en una jaula minúscula y con una vida monótona y aburrida.
El picaje o también llamado picoteo de las plumas, hace referencia a una patología de las aves caracterizada por el arrancamiento de las plumas por el propio animal. Hay muchas causas que pueden provocar que un loro se rasque y se arranque las plumas:
- Parásitos externos.
- Enfermedades víricas.
- Problemas de alimentación.
- Infecciones de piel.
- Problemas metabólicos.
- Problemas de comportamiento.
En este artículo nos centraremos sólo y únicamente en los problemas de comportamiento y siempre que hayamos descartado los otros motivos de automutilación.
El tratamiento del picaje psicógeno es lento y complicado, y requiere modificar las características del medio:
1.- Tratamiento básico:
Dieta sana, variada y equilibrada (en carbohidratos, proteína y minerales): además de ofrecer un pienso de alta calidad es fundamental ofrecer fruta y verdura (manzanas, zanahorias, uva...)
Establecer períodos fijos de acceso al alimento y utilizar técnicas de enriquecimiento comportamental para incrementar los períodos de búsqueda y manipulación de la comida (colocada en recipientes de difícil acceso, dentro de cajas de cartón que deban ser rotas antes de acceder a el...).
2.- Tratamiento de manejo:
Cambiar la localización de la jaula, colocándola en lugares de paso o de concentración de gente para mantener entretenida al ave. Ofrecer la posibilidad de períodos de semi-libertad vigilada.
3.- Tratamiento contra el aburrimiento:
Es recomendable que se le preste más atención, realizando cambios frecuentes en el mobiliario de la jaula para motivar el interés a la «investigación» por parte del ave.
Variar e introducir nuevos juguetes una vez que se haya cansado de ellos (campanas, espejos, cascabeles,...). Facilitar elementos hacia los cuales re-direccionar el afán por picar (ramas con corteza y hojas, tocones de árboles...).
Permitir un baño diario.
Permitir acceso a un fotoperiodo normal, con acceso a luz solar directa teniendo mucho cuidado de no exponerlo a temperaturas muy elevadas.
4.- Tratamiento contra el picaje:
En algunos casos es necesario colocar un collar isabelino.
No reforzar el picaje prestando atención al ave (riñéndola, gritando...) mientras lo realiza. «Castigar» al ave tapando la jaula con un paño o poniendo la jaula en una habitación a oscuras (de 3 a más de 15 minutos). También puede utilizarse una pistola de agua para distraer su atención.
5.- Tratamiento médico del picaje:
Se basa en la utilización de tranquilizantes y sedantes para disminuir los niveles de reactividad.
Y siempre pensarnos bien antes de comprar uno de estos pájaros si seremos capaces de ofrecerle un ambiente adecuado para su vida y si podremos dedicarles el tiempo necesario, si no es así mejor buscar otras opciones para compartir nuestra vida.