Ayer por la mañana empezó por tercer año consecutivo el servicio de transporte público que conecta Cala Salada con la Estación de Autobuses de Sant Antoni.
La línea, que estará disponible hasta el 30 de septiembre, tendrá autobuses cada 15 o 30 minutos, dependiendo de la franja horaria. El trayecto, con parada en el complejo deportivo Can Coix, ha experimentado un gran incremento en el número de usuarios durante la pasada temporada.
Desde las 9:30 horas hasta las 11:00 horas los autobuses salen con una frecuencia de 30 minutos, mientras que a partir de esa hora y hasta las 20:15 horas pasan cada 15. Parecido sucede con el trayecto de vuelta desde Cala Salada, el primero sale a las 9:45 horas cada 30 minutos hasta las 11:15 horas y a partir de esa hora y hasta las 20:30 horas, hay un autobús cada 15 minutos.
En 2017, 96.309 viajeros utilizaron esta ruta para acceder a laplaya, frente a los 56.045 que lo
hicieron en 2016. Unos datos que Pepa Marí, consellera de Territorio y Movilidad, considera que «consolidan» el proyecto Playas Conectadas impulsado por el Consell d'Eivissa. Este servicio se creó con el objetivo de facilitar el acceso de los bañistas a las playas de Cala Salada y Cala Saladeta y con la colaboración del Ayuntamiento de Sant Antoni. La máxima institución insular entiende, además, que así se «garantiza la seguridad, preserva el medio ambiente y restringe el acceso de vehículos» a la misma.
Opiniones
Laura, ciudadana malagueña de vacaciones en la isla hasta este domingo, explicó a Periódico de Ibiza y Formentera que «me parece muy bien que se fomente el transporte público, ya que aquí tenemos un entorno natural que tenemos que preservar». Para Laura, las playas ibicencas son maravillosas y el transporte, aunque es distinto que en Málaga, no supone un problema. «Hemos venido ya varias veces y esta dinámica siempre ha sido la misma, así que no hay ningún tipo de problema», concluyó.
Núria y Miquel Àngel, ambos de Mallorca, han venido dos semanas a Ibiza por motivos de trabajo.«Hemos venido con el coche, que hemos dejado en el párking y todo ha ido muy bien», relató Núria, encantada con haber descubierto la playa de Cala Salada. «Es preciosa», afirmó encantada, antes de volver a coger el coche para empezar su jornada laboral.
Miquel Àngel, por su parte, asegura que el autobús soluciona la limitación de los párking, que aunque está muy bien no tienen demasiadas plazas. «La playa está muy chula y así no seabusa de ella».