El Ayuntamiento de Sant Josep pedirá al Consell d'Eivissa la suspensión del planeamiento urbanístico de Cala Vedella ante la «gravedad de los problemas urbanísticos derivados de un importante número de licencias concedidas entre los años 1997 y 2007», unos expedientes que investiga el Juzgado de Instrucción número 3 de Ibiza en el marco del ‘Caso Huerta', que según explicó ayer el alcalde, Josep Marí Ribas, incluye 38 expedientes urbanísticos que afectan licencias de un centenar de viviendas, más de 200 apartamentos –muchos de ellos vinculados usos comerciales– y cerca de 300 estudios-taller y locales en todo el municipio.
El concejal de Urbanisme, Ángel Luis Guerrero, reclamó la «colaboración» del Consell d'Eivissa en este asunto «porque son los únicos que pueden hacerlo. Guerrero señaló que con la suspensión del planeamiento en esta zona se podrían arreglar los problemas de Cala Vedella, donde no existe «ni alcantarillado, ni depuradoras públicas, que las calles no son públicas, no hay zonas verdes, ni alumbrado público. Es el paradigma de lo que no se puede hacer en urbanismo y lo sabe todo el mundo. La cuestión es si quieres coger el toro por los cuernos porque la situación es insostenible».
Guerrero explicó que una vez que el Consell suspendiera el planeamiento de Cala Vedella, «se aporta la aprobación de una norma transitoria que nos permitiría solucionar la parte de las infraestructuras y ordenar definitivamente la zona con el Plan General».
El teniente de alcalde también destacó que la suspensión del planeamiento supondría hacer «tabla rasa con las licencias no ejecutadas», y destacó que en Cala Vedella «queda mucho por desarrollar». Agustinet también señaló que la consellera de Territori, Pepa Marí, ya conoce la petición de Sant Josep «pero se lo pediremos oficialmente por escrito. No hemos llegado a un punto de acuerdo».
Por otro lado, el alcalde socialista recordó que en 2009, ya que los progresistas en el equipo de gobierno de Sant Josep, «probamos la modificación de las Normas Subsidiarias para evitar los casos de locales comerciales y estudios taller», como el de Vadella 64.
«Se acabó esta práctica de poder construir más en zonas donde no se podía», apuntó Agustinet, quien explicó que «los locales comerciales, en la época Huerta, computaban menos edificabilidad que una vivienda y, por lo tanto, podías construir más». Ahora, no obstante, ya no es así.
Un invento de Huerta
Las licencias de estudios–taller «fue un invento de Huerta. El PP y él son los responsables de todo esto, porque admitieron todos estos edificios», destacó ayer ‘Gelu' Guerrero. Él y el alcalde aseguraron que edificios como el de Vadella 64 «hay dos o tres más en Cala Vedella, y también en Sant Jordi y Cala de Bou».
Agustinet apuntó que el inmueble de Vadella 64 «no nos gusta nada y ojalá lo pudiéramos quitar de en medio y no se hubiese hecho ninguno de esta época negra. Pero hay más como éste en el municipio y con cédulas de habitabilidad».