Viajar en avión dejó de ser hace tiempo un lujo al alcance de pocos pero ahora se ha convertido en una solución a los problemas de alquiler y la carestía de la vida en Ibiza. De hecho, varios profesionales del 061 de Ibiza residen fuera de la isla y sólo se desplazan para trabajar.
Las condiciones de su jornada laboral, cinco guardias al mes de 24 horas y dos de doce con un extra de dos turnos de doce horas localizables para el helicóptero, les permite a los enfermeros Ricard Peruga y Juan Carlos Prieto vivir fuera de la isla y desplazarse solo para trabajar.
«Me sale más barato gastarme 140 euros al mes en billetes de avión que alquilarme un piso», relata Juan Carlos. Este sevillano, afincado desde 11 años en Mallorca, trabaja desde junio del año pasado en Ibiza. «Me ofrecieron la oportunidad de venir aquí y lo acepté porque en Palma era más complicado. Sabía que había problemas con la vivienda pero no tantos».
Ya desde el comienzo tuvo problemas y la noche antes de empezar a trabajar tuvo que quedarse a dormir en su coche. «No conocía a nadie porque venía de un día para otro», recuerda. Juan Carlos ha estado quedándose en la base del 061 en Can Misses, en el antiguo edificio de diálisis, llegaba la noche antes, «pero ahora me quedo con un compañero médico».
Hostales
Durante una temporada se alojó en hostales en Sant Antoni. Juan Carlos estuvo mirando alquileres cuando le ofrecieron el trabajo en Ibiza, «pero haciendo cuentas no me sale rentable, sino comprar vuelos y apañarme las noches de antes como pueda; estuve mirando pero me pedían 400 euros por una habitación compartida y en Palma pagaba 500 euros por un piso junto a la Catedral».
A eso se suma que mucha gente que compate piso trabaja de temporada y se dedica la hostelería y «yo me tengo que levantar temprano para la guardia, tengo que descansar y no me interesa». Juan Carlos se planteó incluso comprarse una furgoneta y tenerla aquí «pero como me salió la casa de un amigo lo descarté».
Ricard Peruga llegó a vivir en Ibiza en un piso compartido del que no guarda muy buenos recuerdos. «Pagaba 650 euros de alquiler en Figueretes y en tres años nos subieron a 900 euros», recuerda. Además, después se enteró que mientras su compañero de piso pagaba un tercio del alquiler, «yo pagaba el resto y cansado del abuso de los alquileres, me fui». Eso ocurrió a principios de junio del año pasado. «Nadie tenía una habitación.
Gracias a mis jefes y a mi Gerencia me fui a Mallorca a trabajar, les pedí por favor que me dejaran cubrir las vacaciones allí, ir y venir hubiera sido un estrés». En octubre se reincorporó a su base del 061 en Sant Antoni. «Estaba desmotivado, no quería pagar una pasta ni compartir y entonces me di cuenta que hay compañeros que vienen de Barcelona, Valencia o Mallorca, cogen los vuelos baratos y les sale a cuenta coger un vuelo, hacer la guardia e irte».
Nivel de vida
La nómina de un enfermero del 061 ronda los 2.300 euros, una cantidad que le permite pagarse un alquiler, «pero de cuánto, he pagado hasta 500 euros por un habitación, un precio bastante alto; si hubiera encontrado un piso por 700 euros me hubiera quedado; lo más barato que he encontrado es un piso de 1.200 euros, es media nómina. No es sólo la vivienda sino el nivel de vida», apunta Peruga.
Ante este panorama echó cuentas y regresó a su Manresa natal. «Me gasto unos 250 euros al mes, teniendo en cuenta vuelos y tiquets del párquin del aeropuerto porque yo cojo el coche desde Manresa. Hay una distancia de 60 kilómetros al aeropuerto, cojo el vuelo de 6,40 horas, a las ocho estoy en Ibiza y a las nueve entro de guardia. ¿Tengo que estar haciendo más guardias extras para conseguir una vivienda digna. Se acabó».
Ángel Crespo, coordinador médico del 061, relata que alrededor de un 10% de la plantilla de Ibiza vive fuera. De hecho, el 061 tiene gerencia única con una bolsa única en Balears y los trabajadores pueden seleccionar las tres islas, «esto hace que trabajadores de Mallorca que vengan a Ibiza», apunta. Además de Juan Carlos y Ricardo, hay un médico y otros tres enfermeros que se desplazan.
La médico desde Barcelona y los otros dos de Valencia y Palma. «El turno lo facilita porque son de 24 o de 12 horas. No es una jornada diaria y varios tienen contratos estables», explica. También contribuye a esta situación a que «algunos tienen su familia fuera» y el precio de la vivienda «para el poco tiempo que pueden disfrutarla por su poco uso».
En ocasiones, los profesionales utilizan la base del 061 para pernoctar de manera puntual antes de incorporarse a su guardia, como le ocurre a Juan Carlos que tiene que venir la noche antes. De hecho, tanto él como Ricard han pedido alojarse en la residencia de Can Misses para profesionales pero se les ha negado.
La base del 061
«Nos sentimos acogidos por el Área de Salud aunque dependamos jerárquicamente del 061 que no deja de ser Ibsalut. Es verdad que los criterios que se determinaron para la residencia no son para estos contratos largos, que llevan años en el servicio y que por las condiciones de cambio de vida o por los turnos han decidido irse a otros sitios», explica Crespo. En la base del 061 se quedan en algunas ocasiones, «las instalaciones son de todos no hay ningún problema para que se puedan utilizar; tenemos pendiente la reestructuración de la zona y es posible que podamos disponer de más espacio», añadió.
Juan Carlos no descarta volver a Mallorca. «Me iré cuando me den un contrato más largo; estoy muy bien aquí en el trabajo y con los compañeros pero no quiero estar siempre pidiendo favores». Peruga, en reducción de jornada, asegura que se ha acostumbrado a coger un avión «para ir a trabajar cuatro o cinco días al mes y pasas quince días en tu casa», dice. Ricard confiesa que le apasiona su trabajo. «Me gusta, es un servicio muy potente en Balears y ahora tenemos las mejores ambulancias de Europa con una categoría profesional muy alta. En mi familia me preguntan cuanto tiempo voy a estar así, pero no lo se, ahora esta es la opción que me gusta y es muy práctica».