«Justicia para Daniel Viñals». Es el lema impreso en la gran lona que una treintena de personas, familiares y amigos del joven ciclista arrollado mortalmente, desplegaron ayer, una vez más, ante los juzgados de la avenida Isidor Macabich. En los extremos, un gran lazo negro y un dorsal, el 130 A, con el que Daniel participó en su última prueba ciclista en Ibiza. Detrás, otra pancarta más pequeña con la fotografía de Viñals con la equipación de su equipo.
«No hay justicia que devuelva la vida de un hijo. Da lo mismo siete años, nueve, o los que sean. No hay justicia para esta barbaridad. Siete años son muy pocos para una persona que iba al volante borracha, drogada y que dejó tirado a mi hijo», denunció Ramón Viñals, padre de Dani, minutos antes de acceder a la sala de vistas donde fue juzgado la muerte del joven ciclista.
La familia y amigos de Viñals se concentraron en la zona de aparcamientos. En el otro extremo del edificio, veinte metros más allá, la familia y amigos del acusado. Unos y otros habían llegado minutos antes de las 09.00 horas para ver la llegada de Marcos, pero la Guardia Civil avanzó el traslado desde el Centro Penitenciario de Ibiza. El tío de la víctima advirtió a los agentes del hecho de que iban a desplegar sendas pancartas. Pertrechado tras la lona y junto a varios familiares visiblemente afectados, Ramón Viñals reclamó justicia para su hijo y la necesidad urgente de un cambio en el Código Penal.
«Matar sale muy barato»
Viñals reclamó penas más contudentes «contra los asesinos de la carretera. Nos ha tocado a nosotros, pero mañana le puede tocar a cualquiera», advirtió el padre de Dani, quien recordó la muerte de una pareja arrollada la semana pasada por un conductor bebido.
Destacó el apoyo de la ciudadanía pero lamentó cierta dejadez por parte de unas instituciones que sí se vuelcan con otras causas. El Govern y el Consell, «de palabra sí han estado ahí, pero luego no han hecho nada, ni se ha puesto un cartel de metro y medio en ningún sitio», indicó Viñals, quien apuntó que en Formentera, Menorca o en la península hay más concienciación y se recuerda con carteles la distancia de seguridad de 1,5 metros.
Ramón Viñals hizo hincapié en la necesidad de más controles de tráfico que «controlen a estos conductores asesinos, no radares que sólo sirven para multar a la gente». Añadió que seguirán «luchando para que no pase más porque lo de nuestro hijo ya no tiene solución». Cuatro horas después la familia recibía una nuevo mazazo con la rebaja de la petición fiscal.