Los trabajadores de las depuradoras de Vila, Sant Antoni y Sant Agustí salieron ayer contentos y expectantes de la primera reunión con representantes de la empresa Cadagua, que se encarga de la gestión de las instalaciones. Ambas partes se sentaron ayer a negociar las reivindicaciones de los operarios de los centros de depuración de aguas residuales, que reclaman una mejora salarial para equiparar su situación a la de los trabajadores de la misma empresa en el resto de España y un aumento de la plantilla para poder abarcar todo el trabajo y cumplir con la normativa. La resolución del conflicto queda pendiente de una segunda reunión el próximo martes.
La reunión
El representante sindical de USO, Diego Infante, indicó que la reunión duró unas 2 o 3 horas y que los representantes de la empresa acudieron en «actitud dialogante». En la negociación se plantearon todas las reivindicaciones de los trabajadores, incluidas el hecho de que se considere que tienen encomendadas tareas de limpieza y mantenimiento de jardines que no son propias de su puesto o el hecho de que tengan que usar su propio vehículo durante las guardias.
Si bien el acento se puso en la mejora salarial y la necesidad de personal para poder abarcar la carga de trabajo.
Infante indica que hay 14 personas en plantilla entre las depuradoras de Sant Antoni, Vila y Cala Tarida, cuando el número de personas empleadas para este servicio deberia ser de 16. En el caso de la depuradora de Cala Tarida sólo hay una persona por turno, algo que está prohibido, ya que al menos tiene que haber siempre dos personas. Esta situación provoca que no se puedan cubrir correctamente los turnos y que cuando hay alguna alarma se lleguen a quedar estaciones solas para poder solucionar los problemas de la planta afectada.
Próximo martes
Ahora los representantes de esta empresa deberán hablar con los responsables de la misma para que, en consideración a las reivindicaciones planteadas, elaboren un presupuesto para poder hacerles una propuesta adecuada a aquello que se pide.
Infante indicó que no se dijo «ni sí ni no» a nada, y que espera que se llegue a un equilibrio.
El próximo martes está prevista una segunda reunión en la que serán los representantes de los operarios los que escuchen la oferta de la empresa para mejorar sus condiciones. En caso de que no se hagan «propuestas concretas», Infante indicó que los once operarios están decididos a ir a la huelga.