La Galería B12 de Ibiza fusionará en Verano 2018 lo mejor del arte de Cuba, Israel, Sudáfrica e Italia. Se trata de una muestra conjunta preparada por la galería en colaboración con la prestigiosa The Farkash Gallery, fundada en Israel 1948, en la que se podrán ver obras de Kcho, Ariela Wertheimer, Arturo Calce y Gavin Rain.
La muestra se inaugurará mañana a partir de las 20.30 horas y podrá visitarse hasta el 19 de este mes, en horario de mañana y tarde de lunes a sábado.
El primero de los participantes, Alexis Leyva Machado, conocido como Kcho, es a sus 48 años uno de los artistas cubanos con mayor proyección fuera de su isla. En sus obras fusiona pintura, escultura e instalación para hablar de la miseria, la inmigración y el desarraigo siempre con el mar de fondo. Ha expuesto de forma recurrente en la Bienal de Arte de La Habana o el Museo Reina Sofía de Madrid.
Ariela Wertheimer también es una artista reconocida a nivel internacional. Nacida en Israel en 1957, está considerada un referente para las mujeres de su generación, y en sus obras combina pintura y fotografía para abordar cuestiones filosóficas e incidir en que «el arte es una mentira que nos permite ver la realidad». Llega por primera vez a Ibiza después de su éxito en Nueva York y la Bienal de Venecia con su serie Light Boxes.
El tercer artista es italiano. Arturo Calce es considerado como «el gran maestro de la pintura sobre metacrilato». Tiene la particularidad de pintar sus creaciones de estética pop en las que utiliza el cuerpo humano para instar a la reflexión al revés, es decir, desde la parte de atrás del soporte, lo que convierte sus cuadros en un «espejo».
Finalmente, la muestra la cierra Gavin Rain. Nacido en Sudáfrica en 1971 es conocido en todo el mundo por sus retratos neopuntillistas donde fusiona las nuevas tecnologías con las bellas artes. Influenciado por el francés Georges-Pierre Seurat, considerado uno de los fundadores del Neoimpresionismo, las vanguardias rusas y la arquitectura, siempre ha defendido «que el conjunto es mucho mayor que la suma de las partes» y, según los críticos, sus obras «suponen una invitación a retroceder y a mirar el mundo como una gran pantalla».