La Feria de Septiembre, anteriormente conocida como Feria de la Cerveza, contará en esta décimo primera edición con un espacio reservado a la venta de alcohol al que no podrán acceder los menores de 18 años, y otro espacio de acceso general para la venta de gastronomía, donde se podrán vender exclusivamente bebidas no alcohólicas. La medida se ha tomado con el acuerdo de la empresa promotora del evento y el ayuntamiento de Vila para cumplir con la ordenanza reguladora del consumo de alcohol que se publicó en el Boletín oficial de las Illes Balears el pasado 26 de julio.
En el acceso al espacio restringido a menores se instalarán paneles informativos de 1,70 x 1,20 y habrá un control de acceso. También se ha implementado en esta edición de la feria la prohibición de publicidad de bebidas alcohólicas, de modo que no habrá ningún reclamo publicitario orientado a promocionar las cervezas que se ofrezcan en los puestos participantes.
Cumplimiento
Desde la organización se informó que desde el primer momento que se tuvo conocimiento de esta ordenanza se pusieron a disposición de las instituciones municipales para aplicarla en el evento, para lo que se habló tanto con concejales como con técnicos. Sin embargo también indicaron que su implementación ha sido «un quebradero de cabeza».
La separación se ha hecho mediante el uso de la nave principal y la carpa auxiliar que se instala junto al aparcamiento en determinados eventos. El espacio principal del Recinto Ferial de Eivissa será donde se instalen los puestos de venta de productos de gastronomía y el espacio infantil, y en la carpa estarán instalados los puestos de degustación de cerveza.
A pesar de manifestar su firme voluntad de hacer cumplir la normativa y de hacer hincapié en el buen trato y la atención recibida por el consistorio a este respecto, criticaron que la normativa se haya puesto en marcha por primera vez para este evento de promoción privada, y no se hubiera empezado a aplicar en los distintos eventos municipales del mes de agosto, cuando ya estaba en vigor la ordenanza y podía servir para que las instituciones públicas fueran las primeras en dar ejemplo.
Así mismo defendieron que se trata de un evento principalmente familiar, en el que no se ha tenido anteriormente ningún problema por el consumo de alcohol ni se hace ninguna actividad que promocione el exceso.
Es por ello que consideraron que, si bien es positivo hacer una regulación sobre el consumo, venta y promoción de bebidas alcohólicas en el municipio, tal vez se ha pecado de exceso en el texto. Apelaron en este tema al sentido común e indicaron la incoherencia que puede suponer que el consumo de cerveza esté apartado del espacio principal en un evento centrado en dar a conocer variedades de esta bebida en un ambiente lúdico y familiar.
Las bebidas podrán llevarse de un recinto a otro en los vasos de plástico suministrados, la única restricción de espacio es respecto a su venta. Añadieron que se está valorando la inclusión de cervezas sin contenido de alcohol en el espacio gastronómico, algo que en principio sí estaría permitido.