El Ayuntamiento de Sant Josep activó ayer servicios extraordinarios de limpieza debido a las fuertes lluvias caídas durante la mañana. Según explicaron desde el Consistorio, se contabilizaron cerca de 60 litros en algunas zonas, lo que provocó «colapsos» en las redes de recogida de pluviales en diferentes partes del municipio.
«Se está haciendo un control de las zonas, sumideros y redes de pluviales por parte de Aquambiente. Al mismo tiempo también se está haciendo un seguimiento y control de bombeos y depuradoras», matizaron en un comunicado.
Las zonas más afectadas fueron Cala de Bou, Cala Carbó y Cala Tarida; sin olvidar Sant Jordi y Platja d'en Bossa, aunque con afecciones menores.
Asimismo, también se activó a Protección Civil y Policía Local para colaborar en lo que fuera necesario.
Por otra parte, Sant Antoni fue otro de los municipios más afectados por las fuertes lluvias registradas ayer. Según indicaron fuentes municipales, dos árboles tuvieron que ser retirados por efectivos de los bomberos en la zona de Cala Salada, ya que estaban cortando la vía. Además, otro árbol cayó en la carretera de Cala Gració y otro en Camí des Molí.
El Consistorio también dio cuenta de varias tapas de alcantarilla levantadas, contenedores desplazados por el agua y algunos bajos en los que entró agua con motivo del fuerte temporal.
En el municipio de Vila también se registraron abundantes lluvias que dejaron varios incidentes a su paso. Así, entre las 6.30 y las 7.30 horas se registraron tres accidentes de tráfico.
El primero en la avenida de La Paz, donde un coche no pudo frenar por las fuertes lluvias y se llevó por delante a cinco vehículos. La colisión no registró heridos.
El segundo accidente tuvo lugar en la avenida Sant Jordi entre un vehículo y una motocicleta. El conductor del coche dio positivo en alcohol, por lo que fue denunciado administrativamente.
El tercero fue en la avenida Pere Matutes Nogueras donde se vieron implicados dos vehículos sin heridos.
Asimismo, alrededor de las 20.30 horas de la tarde, un trozo de cornisa se desprendió a la altura del número 45 de la calla Aragón. Los bomberos y Policía Local se desplazaron hasta el lugar para retirar la cornisa que, según apuntaron fuentes municipales, estaba colgando de la fachada.
Por otra parte, el tráfico aéreo también se vio afectado y durante la mañana los aviones no pudieron proceder a aterrizar, según informó, a través de Twitter, Enaire, empresa que gestiona el espacio aéreo nacional, donde advertía de que, por «cuestiones de seguridad, nuestros controladores mantienen los aviones en circuito a la espera en la aproximación en el aeropuerto de Ibiza».