El Ayuntamiento de Sant Josep manifestó ayer ser «consciente» del problema que generan los numerosos vehículos abandonados en puntos del municipio como Cala de Bou y alegó en su descarga que la retirada de un vehículo abandonado conlleva un largo proceso administrativo y legal que se puede alargar años.
Añadieron que además de tener que cumplir con toda una serie de trámites también dependen de la disponibilidad en el depósito de vehículos, «que tras el verano suele estar lleno por los vehículos cazados ejerciendo de taxi pirata».
Las explicaciones ofrecidas por el Ayuntamiento de Sant Josep no convencieron a los vecinos de la zona consultados ya que, según destacaron, la situación «no es nueva y se va agravando con el paso de los años.
Desde el Consistorio alegaron que el proceso se puede dilatar años ya que tras cotejar que el vehículo lleva un tiempo estacionado y abandonado en la vía pública, se le pone una pegatina de aviso al propietario.
Añadieron que en muchas ocasiones no se da con el propietario del vehículo y la tramitación sigue su marcha, pero hace falta una publicación en el BOIB antes de ser retirado.
Además, las mismas fuentes indicaron que, en los casos «más sangrantes» a ojos de los vecinos, los vehículos que han sido desguazados o incluso incendiados, el Ayuntamiento
depende de la disponibilidad que haya en Ca na Negreta.
Decenas de coches
Tal y como informaba en su edición de ayer Periódico de Ibiza y Formentera, las calles de Cala de Bou se han convertido en una especie de «desguace callejero» en el que se acumulan decenas de vehículos abandonados en tramos de calles como Navarra, Elx, Ponferrada o Lugo.
Los vecinos denuncian que el Ayuntamiento de Sant Josep «no da soluciones a un problema que se arrastra desde hace años y que cada temporada va a más porque se van acumulando coches, temporada tras temporada».
Desde el Ayuntamiento advierten ser «conscientes» del problema porque las pegatinas de preaviso están puestas, pero argumentaron que hasta llegar a esta medida ya se ha realizado un trayecto que después debe continuar con más cuestiones burocráticas.
Los vecinos denuncian que el grueso de los vehículos se encuentran en menos de un kilómetro de radio tomando como referencia el cruce de la avenida Sant Agustí con la calle Madrid.
«En su día pusimos varias instancias y retiraron varios coches de algunas calles, pero otros se quedaron y ahora la cifra ha ido creciendo», lamentaron vecinos de la zona que se quejan especialmente de «casos extremos» como varios vehículos que llevan más de tres años en la zona o de turismos que han sido incendiados y cuyos esqueletos calcinados
siguen presentes en el lugar «siendo un elemento de contaminación y riego porque tiene elementos cortantes».