«Ha sido precioso. He tenido la sensación de que estaba fuera de la isla, como si hubiera viajado en la Toscana. Ha sido como descubrir que existe la Toscana ibicenca». Estas frases, pronunciadas por una mujer ayer por la mañana en Can Rich resumen a la perfección lo que fue la visita guiada que se organizó a esta bodega situada en el municipio de Sant Antoni.
La actividad la organizó el Consell d'Eivissa y la Federació de la Petita i Mitjana Empresa d'Eivissa i Formentera (PIMEEF) en el marco de las Jornades gastronomiques de tardor y resultó todo un éxito. Cerca de 60 personas acudieron a la cita y el grado de satisfacción fue máximo, en buena medida gracias a la explicación amena y para el público en general que ofreció Stella González sobre la historia de la familia y de la bodega y sobre el proceso de cultivo y producción y sobre las dificultades que implica aventurarse en la producción de vino ecológico.
«Ha sido muy bonito pero me parece una pena que no se promocione mucho más fuera de la isla este tipo de trabajo y que no se de a conocer que en Ibiza también se hace un gran vino gracias a valientes como los de Can Rich», explicó otra de las asistentes.
Esta gran acogida por parta del público también fue reconocida y alabada por el Director insular de Turismo, Vicent Torres, Benet, muy atento durante toda la mañana a todas las explicaciones. «El objetivo de estas visitas es que se conozca la producción de vino que se hace en Ibiza, cada vez más importante en calidad y cantidad como demuestra el hecho de que ya han conseguido varios premios nacionales e internacionales, y creo que, viendo la afluencia de público que se ha registrado hoy cada vez lo estamos consiguiendo más».
Además, el objetivo de darlo a conocer fuera de nuestra isla ayer tuvo un importante espaldarazo ya que a la visita a Can Rich se apuntaron un numeroso grupo de personas que estaban de vacaciones en Ibiza. Incluso, la gastronomía, los productos y las tradiciones, ya que la mayoría de ellos disfrutaron con el programa de actividades Eivissa Sabor.
«Me ha parecido muy interesante este tipo de visitas ya que nos permiten conocer Ibiza desde otro punto de vista y seguramente yo, ahora cuando me pregunten en casa, recomendaré la isla como un destino turístico y gastronómico del que se puede disfrutar todo el año y que no tiene que ver con las discotecas, la fiesta, las borracheras o las aglomeraciones», resumió un visitante.
Stella González, encargada de conducir la visita, subrayó ayer que «no debemos olvidar nunca que gastronomía es comida y bebida». Y en este sentido incidió en que los vinos que se producen en la tierra de Ibiza «son fabulosos y se pueden comparar con vinos de la península y de Europa».
Por ello, aseguró que hay que estar orgullosos con lo que se produce aquí y «presumir de ello con la cabeza bien alta». Así que, con un gran sentido del humor y mucha cercanía, recomendó a los asistentes que maridaran cualquier plato de buen pescado de Ibiza con un vi de la Terra o una receta de cordero autóctono con un negre local. «Y ahora que se acerca la Navidad, por qué consumir productos de fuera si aquí tenemos fantásticos espumosos en Ibiza».
«Es un proyecto emocional»
Además, González explicó la historia de la finca de Can Rich y cómo se decidieron a apostar por el vino. En este sentido, recordó que «éste no es un proyecto empresarial, sino un proyecto emocional» ya que al principio «sólo querían plantar para que la gente de la isla hiciera su propio vino». Afortunadamente, se liaron «la manta a la cabeza» y en el año 2000 ya realizaron su primera vendimia.
A día de hoy esta bodega de Sant Antoni puede presumir de tener tres vinos con premios internacionales. Son el Ereso, «un blanco fermentado en barrica de la variedad malvasía, que ganó el gran Oro en el concurso internacional de vinos ecológicos de Córdoba», el Lausos, «negro de 2015 Cabernet Sauvignon y Merlot, que obtuvo el Oro en el concurso internacional de vinos de Córdoba» y el negre Selección, de 2014 y también Cabernet Sauvignon y Merlot, elaborado durante 9 meses en barrica de roble francés, «y que no tiene nada que envidiar a otros de fuera de la isla ya que obtuvo la medalla de plata en el concurso internacional Vinum Nature de Barcelona»