El Ministerio Fiscal solicita una pena de tres años de prisión y cuatro de privación del derecho de conducir vehículos a motor y ciclomotores para un hombre de 38 años que será juzgado hoy, acusado de un delito de homicidio por imprudencia grave tras atropellar mortalmente a una vecina de Ibiza cuando circulaba bajo los efectos del alcohol y las drogas.
El atropello mortal ocurrió la tarde del 12 de abril de 2014 en Sant Jordi, cuando el acusado circulaba con una furgoneta Nissan a la altura de la intersección con la calle Montblanc.
Según el escrito de acusación del Ministerio Fiscal, J.F.A.M, natural de Sevilla, perdió el control del vehículo, impactó contra un bordillo y salió rebotado hacia el otro margen de la calle, arrollando mortalmente a Maria Boned, de 82 años.
El encausado presentaba claros síntomas de circular bajo los efectos del alcohol y alguna sustancia estupefaciente.
Pruebas en Can Misses
Dado el estado que presentaba el conductor, los agentes no pudieron realizar los test de alcohol y drogas en el escenario del accidente.
En su día, fuentes de la investigación señalaron que el hombre «no se negó a someterse al test, sino que no pudo hacerlo debido a la tensión y los nervios del momento».
Según el escrito, en el hospital se le tomó una muestra de orina que arrojó un resultado positivo en cannabis. Asimismo, se tomó una muestra de sangre que se remitió al Instituto de Ciencias Forenses de la Universidad de Santiago, que confirmó la presencia de 6,3 ng/ml de Tetrahidrocannabinol (THC).
Como consecuencia del atropello, Maria Boned sufrió «rotura cardíaca traumática y destrucción de centros vitales que le causaron el fallecimiento».
En el momento de su fallecimiento la víctima estaba casada y tenía cuatro hijos.
En concepto de responsabilidad civil, el Ministerio Fiscal reclama que el acusado y la aseguradora indemnicen con unos 65.000 euros a los familiares. 57.517 euros corresponderían al viudo y sendas indemnizaciones de 4.793 euros para dos hijos que reclamaron.