El exdiputado de Podemos Salvador Aguilera, que ahora forma parte del Grupo Mixto, se desmarcó ayer de la declaración institucional que aprobó el pleno del Parlament para sumarse al Día contra la Violencia hacia las Mujeres, que se celebra el domingo, y que –este año– viene marcada por el asesinato, el pasado viernes, de Sacramento Roca.
«No quiero formar parte del postureo nacional contra la violencia machista», dijo el diputado para explicar su desmarque que, tal como había avanzado este periódico el día anterior, tiene que ver con la situación por la que atraviesa en el Grupo Mixto. Reclama un despacho, más medios y que se le permita -dijo- actuar en igualdad de condiciones que otros diputados y diputadas.
El parlamentario, en una comparecencia ante los medios de comunicación (que siguió en directo, y con cara de asombro, el secretario segundo de la Mesa, Miquel Jerez, del PP), afirmó que sufría mobbing en el Parlament, y que su anterior partido estaba «entregado» al PSIB. Explicó que condenaba la violencia machista pero que se negaba a apoyar la declaración institucional.
Con la firma de Seijas
Para que una declaración institucional pueda ser leída al inicio del pleno, tiene que contar con el apoyo de todos los portavoces. Aunque Aguilera era ayer el portavoz del Mixto, y ante su negativa a suscribirla (todos los intentos del día anterior resultaron vanos) la firmó Montse Seijas como portavoz suplente del grupo.
La declaración institucional alude al asesinato del viernes y expresa la «necesidad de seguir trabajando en favor de la igualdad y combatir la violencia machista, la principal causa de muerte violenta perpetrada por parejas y ex parejas, expresión de poder de los hombres sobre las mujeres».
Después de su lectura, Aguilera expresó su desaprobación ante el anuncio de que esta declaración era unánime.
Aguilera sí se sumó al minuto de silencio por el asesinato de Sacramento Roca. Representantes de todos los grupos dijeron no entender la actuación de Aguilera. Este, en su comparecencia ante los medios, recordó que ayer se cumplía el aniversario de la muerte de Franco y mostró su disconformidad con el «heredero con números romanos», aludiendo a Juan Carlos I y Felipe VI.