Las investigaciones por la desaparición de Nuria Ester Escalante ya se han cobrado las primeras detenciones. A última hora del lunes y tras una maratoniana jornada de inspecciones y registros en diversos puntos de Sant Antoni, la policía judicial de la Guardia Civil procedía a la detención de cuatro hombres de entre 45 y 60 años y diferentes nacionalidades: un uruguayo, un argentino, un italiano y un polaco.
Tras dos semanas rehaciendo un rompecabezas y cerrando el círculo sobre la sospechosa desaparición de la mujer de 52 años, en las últimas 48 horas la Guardia Civil ha acelerado la investigación y búsqueda de la resolución de un caso violento.
Ayer a mediodía la investigación trabajaba en paralelo en varios puntos calientes. Por un lado los interrogatorios de los cuatro arrestados y por otro lado la revisión de las imágenes captadas por diversas cámaras de seguridad de Sant Antoni en las horas previas a la desaparición de la mujer. El tercer área de trabajo lo llevaban a cabo diversas unidades especializadas en el Torrent de Buscastell.
A lo largo de la mañana, el canal fue inspeccionado exhaustivamente por un grupo de agentes en el que figuraban miembros de la policía judicial, un guía canino especializado con un perro de agua llegado desde Madrid y un buzo especialista del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS).
Inspección exhaustiva
Los agentes registraron palmo a palmo puntos ya peinados durante la jornada del lunes. La investigación dio un giro tras la inspección realizada hace catorce días en la vivienda donde la mujer dejó su equipaje.
Agentes de la Policía Judicial, una unidad canina y un especialista del GEAS, durante la inspección ayer de un punto caliente. Foto: Daniel Espinosa.
Nuria Ester Escalante había llegado a la isla a finales de octubre y se alojó en casa del hombre de nacionalidad uruguaya ahora detenido. José Luis habría alojado a Nuria en su casa hasta que la mujer decidió abandonarla.
Aarón Berenguer, uno de los hijos de la mujer desaparecida, señaló ayer a Periódico de Ibiza y Formentera que tenían «referencias del uruguayo» porque su madre le había hablado de él y también era conocido de su hermano. La semana pasada, durante su estancia en la isla para buscar a su madre, Aarón reconoció a José Luis a través de otra persona que le llamó porque había visto el cartel de alerta en el que figuraba la imagen de su madre.
Otro de los detenidos, de nacionalidad argentina, sería el hombre al que supuestamente entregó Nuria Ester una bolsa de viaje con sus pertenencias. Equipaje que estaría en una casa okupada en un punto próximo a la entrada del camping Sant Antoni, un inmueble abandonado donde este verano la Policía Local de Sant Antoni y la Guardia Civil ya tuvo que personarse por la muerte de uno de los hombres que habitaban en la misma.
A raíz de aquel episodio ya se investigó a uno de los ahora detenidos porque tenía antecedentes penales relacionados con un caso de violencia de género.
Un agente de la Policía Judicial inspeccionando esta mañana una zona de Sant Antoni con un perro especializado. Foto: Daniel Espinosa.
Los otros dos detenidos formarían parte del círculo de amistades en el que se movían junto a la mujer desaparecida. Los cuatro hombres permanecen en las dependencias de la Guardia Civil y todo apunta a que los investigadores apurarán hasta el límite para ponerlos a disposición del juzgado de Instrucción número 4 de Ibiza, que es el que investiga el caso que se encuentra bajo secreto de sumario.
Pendientes de la localización
«Desde hace unos días estamos preparados para recibir la noticia que no deseábamos. De momento ya hay cuatro detenidos. Ahora confiamos en que localicen pronto a mi madre y que se haga justicia», indicaba ayer Aarón a este medio sabeedor de que la investigación apunta a una desaparición violenta.
Hace dos semanas la investigación dio un giro y la policía judicial de la Guardia Civil centró sus investigaciones en el entorno y las amistades en Ibiza de Nuria Ester Escalante, la mujer de 52 años desaparecida desde el pasado 31 de octubre después de llegar días antes a Ibiza desde Alicante.
La investigación «iba en una dirección, pero dio un giro» tras los datos recogidos por la unidad de criminalística llegada desde Palma hace dos semanas en la casa donde supuestamente Nuria Ester dejó sus pertenencias.
La mujer de 52 años y vecina de Alicante había trabajado varias temporadas en la isla como vigilante de seguridad y se había trasladado a la isla para buscar trabajo. Nuria Ester y su hijo Aarón mantenían contacto telefónico a diario hasta finales de octubre, hasta el fatídico día 31 de octubre. «A partir de ese día le llamábamos y el teléfono estaba apagado o fuera de cobertura. Sabíamos que algo no iba bien y por eso contacté con la Guardia Civil». Tres semanas después han llegado las primeras detenciones pero todavía se busca a Nuria Ester.