Movimientos de tierra e inspecciones exhaustivas sobre el terreno en la considerada «zona cero» de la desaparición de Nuria Ester Escalante, la mujer de 52 años que se encuentra en paradero desconocido desde el pasado 31 de octubre.
Durante la jornada de ayer, agentes de la Guardia Civil pusieron nuevamente el foco en los terrenos próximos al antiguo taller Can March, el inmueble ocupado y ubicado en la entrada de Sant Antoni, por el que pasaron los cinco detenidos y en el que la mujer alicantina se alojó algunos días junto a uno de los okupas detenidos y encarcelados por la desaparición de Nuria Ester.
Según informaron fuentes de la Guardia Civil, estos trabajos se enmarcan en el dispositivo desplegado para buscar a la mujer de 52 años, que desapareció tras sufrir algún tipo de episodio violento.
El pasado 29 de noviembre, la juez de guardia envió a prisión a los cinco hombres detenidos por la Guardia Civil por sor su presunta implicación en la desaparición «no voluntaria» de Nuria Ester Escalante.
El paradero de Nuria Ester sigue siendo una incógnita por despejar, pero la investigación de la policía judicial apunta a que la mujer fue víctima de un episodio violento.
Los restos de sangre hallados en uno de los puntos por donde pasó Nuria Ester y otra serie de pruebas fueron indicios de peso para que la juez del juzgado de Instrucción número 4 de Ibiza, Carmen Robles, firmase un auto de prisión provisional comunicada y sin fianza para los detenidos: dos hombres de nacionalidad argentina, un uruguayo, otro individuo nacido en Italia y un polaco.
Con los sospechosos en prisión, el trabajo de los investigadores encargados del caso se centra en analizar, hasta el último detalle, las testificales de los cinco hombres arrestados por su presunta implicación en la desaparición «no voluntaria» de Nuria Ester Escalante.