La Dirección General de Tráfico hizo público ayer el balance definitivo de siniestralidad en 2018, un informe que recoge un total de 15 muertos en las carreteras pitiusas, 13 en Ibiza y dos en Formentera.
Al igual que sucediese en 2017, los motoristas son los grandes damnificados ya que nueve víctimas circulaban sobre dos ruedas. El balance también recoge un trágico repunte de los atropellos. Así, cuatro de las quince víctimas mortales durante 2018 fueron peatones arrollados. Dos de estos atropellos ocurrieron en ses Païsses.
El último atropello del pasado año tuvo como escenario la carretera de Santa Eulària, vía que también fue el escenario del primer siniestro mortal de este 2019. Ocurrió la noche de Año Nuevo y se cobró la vida de un chico de 14 años.
El balance en las Pitiusas también refleja que 13 de las muertes se produjeron en carretera y las dos restantes en núcleo urbano.
En el cómputo global de las Islas, el balence refleja que los fallecidos por accidente de tráfico en carreteras y zonas urbanas de Baleares bajó a 45 durante 2018, 17 personas menos que el año anterior, según los datos publicados ayer por el Ministerio del Interior.
Del total de accidentes, 38 personas fallecieron en las carreteras de las islas, 10 menos que en 2017, y otras 7 murieron en zonas urbanas, lo que supone un descenso del 50 por ciento en comparación con el año anterior.