M iguel Poveda enamoró anoche al privilegiado público que abarrotó el Cine Regio de Sant Antoni en la tercera edición del Festival Brisa Flamenca. De hecho, las entradas se agotaron a las pocas horas de salir a la venta y el artista respondió a las expectativas con creces, haciendo gala de su maestría en su primera actuación en Ibiza.
Vestido con un elegante traje negro, Miguel Poveda volvió a reivindicarse más allá de la imagen tópica de los cantaores de flamenco y se vació sobre el escenario mostrando su alma más flamenca con un repertorio formado por los palos tradicionales de este arte con el filtro personal de este cantaor en plena madurez musical.
Durante el recorrido por las diferentes versiones de bulerías, soleás, cantes mineros o tangos de Triana hizo suyas las creaciones de varias generaciones de cantaores, brillando en sus particulares improvisaciones.
Volviendo a sus raíces
Junto a Poveda, los músicos Jesús Guerrero (guitarra), Carlos Grilo y Diego Montoya (palmeros), y Francisco González (percusión), deleitaron al público con el espectáculo ‘Recital de cante' en el que repasaron sus tres décadas sobre las tablas, así como sus dos nuevos proyectos ‘Enlorquecido', en el que hace suyos los versos del poeta granadino Federico García Lorca, y ‘El tiempo pasa volando'.
Un compendio de canciones de flamencos y rumberos contemporáneos como El Pescaílla, Manzanita, Lole y Manuel o Los Chichos.
Poveda recordó que era la primera vez que actuaba en Ibiza y que hasta ahora sólo había venido a la isla de «cachondeillo», por lo que se presentaba en Sant Antoni «feliz, como quien va por primera vez a un sitio para conquistar el alma de la gente». «El flamenco no tiene fronteras y cala en las personas con corazón sensible», añadió.