Un año más los 34 estudiantes que estudian en el pequeño colegio público de Santa Agnès de Corona protagonizaron el inicio de las fiestas patronales de su pueblo. Como ya es tradición todos disfrutaron de una mañana en la que el chocolate caliente, los bollos y los talleres fueron los grandes protagonistas.
«Esta actividad se ha convertido en un clásico y a día de hoy creo que ya sería impensable que el programa de fiestas de Corona no incluyera a nuestros pequeños», explicó ayer a Periódico de Ibiza y Formentera orgullosa la directora del centro Teresa Marí. Lo cierto es que son pocos, y de edades que oscilan entre los 3 y los 12 años, pero están muy bien organizados ya que «su relación es magnífica y son como una pequeña familia».
Algo que se pudo comprobar ayer por la mañana viendo como degustaban con amplias sonrisas la cacerola de chocolate caliente que volvieron a preparar un año más los miembros de la Apima del colegio, junto a los consiguientes bizcochos. «Se gastan bromas constantemente, se ríen mucho y siempre están disponibles para ayudarse unos a otros y colaborar con las actividades del pueblo de forma totalmente desinteresada», aseguró Teresa Marí.
De hecho este año todos han arrimado el hombro para crear la decoración de la carpa municipal. En otros años se había puesto en marcha un concurso de dibujos pero en esta ocasión se ha cambiado radicalmente de idea y a ninguno le ha importado, más bien todo lo contrario, les ha encantado la idea. «No sabíamos muy bien como podía salir pero nos hemos dado cuenta que ha sido un éxito porque todo es más cooperativo y porque a todos les hace mucha ilusión pensar que la carpa de su pueblo, por la que pasa tanta gente, está tan bonita gracias sus farolillos, sus flores en tres dimensiones o su banderines de tela», concluyó Marí. Eso sí, para ver el resultado habrá que esperar hasta la semana que viene a verlo todo colgado.