El hecho de que Cristina Ribas comunicara el pasado 21 de enero su baja como militante del PI y dejar de formar parte del grupo político en el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Sant Antoni, además de su intención de seguir como concejala no adscrita no supone, a juicio de PSOE y Reinicia, ni una ruptura del pacto de gobierno ni tampoco del Pacto Antitransfuguismo.
De hecho, tanto Pep Tur ‘Cires', alcalde del municipio, como Pablo Valdés, teniente de alcalde de Reinicia, emplazaron a aquellos que crean lo contrario a demostrarlo. «Se está teniendo una discusión sobre dos cosas que son falsas: el supuesto incumplimiento del pacto de gobierno y el de Antitransfuguismo. Si pueden demostrarlo, señalen en los papeles del acuerdo firmado en 2015 qué párrafo habla de este incumplimiento», matizó Valdés.
Fue el alcalde quien puntualizó que ni en ese acuerdo ni en el refrendado en 2017 -tras la dimisión de Ferrer cuando el PI asumió tres nuevas concejalías- se especificó que hubiera un reparto de departamentos por partidos. «Si aparece, ya me lo dirán y me lo enseñarán», señaló.
Asimismo, la propia Ribas lamentó que los medios de comunicación le acusaran de tránsfuga por «simplemente» dejar el PI. De hecho, Valdés respaldó a Ribas diciendo que tránsfuga es «una persona que se va de un partido y que adopta una postura política sensiblemente diferente a aquella que defendía en el primer partido en el que estaba y no es el caso».
Sin embargo, Joan Torres, portavoz del PI, mostró su desacuerdo a estas afirmaciones y explicó que se firmó un pacto de partidos y no de personas. Además, mantuvo su postura inicial y recordó que si Ribas no abandona su acta, debería ser el alcalde quien le destituyera de sus áreas de gobierno. «Cuando una persona abandona su partido, pasa en España y en Europa, lo normal es que deje su acta», dijo haciendo referencia al caso de Errejón.
Ribas no renuncia
Por otra parte, la exconcejala del PI siguió sin aclarar los motivos que le llevaron a abandonar su partido aunque aseguró que lo tenía pensado desde hace tiempo. «Cuando se fue Ferrer -y entró Torres como sustituto- no quedé muy contenta con el partido. En aquel momento ellos directamente se habrían ido a la oposición, habrían querido romper el pacto. Fuimos mi compañero Joan Santa y yo los que teníamos claro que queríamos seguir formando parte del equipo de gobierno y finalmente seguimos. También se presionó para que yo no fuese teniente de alcalde y lo fuese Joan Torres. Eso era una decisión del alcalde y yo no debía decidir. Yo ni pedí ser teniente de alcalde ni tampoco me parecía que Joan Torres me pidiera que le cediese (el cargo)», aseguró Ribas. Según recalcó, «han pasado muchas cosas, pero no voy a hablar mal del partido ni de nadie».
A su vez insistió en que tiene una «responsabilidad» con la ciudadanía, por lo que no piensa dimitir. También reforzó su decisión con el hecho de que «simpatizantes de diferentes partidos políticos» le hayan mostrado su apoyo en los últimos días. «Quería desmarcarme de cara a las elecciones, luego decidiré si estaré en alguno o no, pero si lo hubiera pensado mejor igual no lo hubiera hecho», dijo refiriéndose al «circo» que se ha montado desde que decidió continuar en el Ayuntamiento sin ser del PI.
«Crisis de partido»
Cabe recordar que el PI dio como plazo límite el día de ayer, 31 de enero, para que Ribas entregase el acta o que el alcalde le retirara las competencias. Sin embargo, durante el pleno celebrado ayer, ‘Cires' se mostró firme en su decisión de que siguiera al frente de las concejalías de Urbanisme i Activitats y Cultura i Festes. «Estamos muy contentos con su trabajo, tanto cuando era del PI como cuando ha salido». Concretamente, reconoció que «no se me ha pasado por la cabeza» destituirle debido a la «absoluta» confianza que tiene depositada en ella.
De este modo, y dejando claro que no atienden a «ultimátums y fechas», señaló que estarían dispuestos a alcanzar algún acuerdo de «cambios mínimos» que no perjudiquen al funcionamiento actual del Consistorio. «Si ellos quieren seguir trabajando como hasta ahora, muy bien, que no quieren, pues ellos decidirán», sentenció ‘Cires'. Por su parte, Valdés le apoyó diciendo que «nuestra voluntad es seguir todos juntos porque creemos que se está haciendo un buen trabajo, pero si no es así lo respetaremos».
Con estas palabras dejaron en manos del PI la decisión de romper o no el tripartito; una decisión que se resolverá hoy en la junta local del partido. «Esto es una crisis de partido que no se debería haber trasladado al Ayuntamiento», dijo Valdés; a lo que Torres hizo oídos sordos y reiteró que «si no se cumplen las dos premisas que pedimos el PI actuará en consecuencia».