«Los vecinos de ses Feixes de Talamanca nos sentimos abandonados por el Ayuntamiento de Vila. Los accesos cada vez están en peores condiciones y son un auténtico peligro. Algunos socavones tienen más de 30 centímetros de profundidad y los hemos tenido que marcar con estacas y bidones para no sufrir un accidente». Meses después de denunciar la situación de abandono que sienten, los vecinos de ses Feixes des Prat de ses Monges (Talamanca) insisten en sus quejas y advierten de que la situación empeora, día a día, en el pulmón verde conocido como el rebost de Eivissa.
A los grandes agujeros y baches se suman las enormes charcas presentes prácticamente todo el año en los accesos de esta zona de Ibiza.
Los vecinos denuncian que la situación ha empeorado porque tras la poda de cañas, éstas se abandonaron dentro de las acequias y generaron una serie de efectos colaterales. «La poda y la basura han taponado el agua, se queda más estancada y provoca putrefacción y más mosquitos», indica uno de los vecinos.
Los problemas no acaban aquí ya que las cañas invaden los caminos y este hecho deja su huella. «No hay vecino de la zona que no tenga el coche dañado por los golpes de las cañas», apunta uno de los vecinos afectados.
Los propietarios de varias casas de esta zona de humedal aseguran sentirse abandonados por el Ayuntamiento de Vila y el Consell. Denuncian que las administraciones «pregonan sobre la protección de la zona, que es Bien de Interés Cultural, y de su futura inclusión como Patrimonio de la Humanidad, pero no pasan de las palabras a los hechos», critican.