Tras el mensaje de ayuda lanzado este lunes por la ONG Cáritas Diocesana, tanto el Ayuntamiento de Vila como el Consell han mostrado su disposición a prestar más ayuda a la organización si esta se la solicita.
Según informaron desde el Ayuntamiento, el regidor de Asuntos Sociales, Joan Ribas, se ponía ayer mismo en contacto con Cáritas para ofrecerle su colaboración.
No obstante, el Consistorio recordó que «hay impedimentos legales para poder hacer donaciones desde la Administración pero que para lo demás se ofrece la colaboración necesaria para salir de esta complicación puntual».
Por su parte, desde el Consell señalaron que «si se presenta una situación de emergencia y hay que aportar una ayuda excepcional, estamos abiertos a que Cáritas se ponga en contacto con nosotros o que convoque una nueva reunión de la Mesa de Exclusión Social».
Las ayudas que conceden las administraciones públicas a Cáritas se deciden en la Mesa de la Exclusión Social, que convoca Cáritas y en la que participa el Consell, los ayuntamientos, entidades sociales y el Obispado.
Detrás de la mayoría de personas que residen en la calle sufren alguna enfermedad mental, están bajo algún tipo de adicción o incluso ambas cosas. Por lo tanto no pueden juzgarse las decisiones y actos de estas personas desde un punto de vista racional y normalizado. Lo primero es que son personas enfermas y necesitan de nuestra ayuda, y esa ayuda hay que ofrecerla sin emitir juicios de valor. Las instituciones deben invertir en recursos para ayudar a todos los ciudadanos que componen nuestra sociedad e intentar ayudarles a sobreponerse a situaciones difíciles que toda persona puede encontrarse en un momento dado, no todo el mundo afronta los problemas de la manera correcta.