El Grupo Popular de Vila cargó ayer contra la gestión presupuestaria que está llevando a cabo el equipo de gobierno desde 2015. Según explicó el concejal Álex Minchiotti, la diferencia entre lo presupuestado y lo comprometido -es decir, lo ejecutado- afirma que «PSOE y Guanyem han gobernado para lo bancos en vez de hacerlo para la gente».
En esta línea, especificó que «entre lo ejecutado y lo pagado» en el año 2016, quedan dos millones de euros pendientes de pago; 2,2 millones en 2017 y tres millones en 2018. «Lo pendiente de pago es enorme; las empresas cumplen y hacen su trabajo, ustedes no», criticó el popular.
Además, Minchiotti dijo que en 2016 se ejecutaron nueve millones de euros menos de lo presupuestado; en 2017, 12 millones menos; en los diez primeros meses de 2018, 13 millones menos. «Cada vez han dejado de ejecutar más millones, por eso decimos que cada vez han mentido más a la gente». Estas cifras dejan una media de 11 millones de euros entre lo que se prometió y lo que no se ha hecho.
Sin embargo, el problema para el PP va más allá. Y es que «todo esto si no lo pagan no es por falta de dinero», argumentaron. De hecho, las arcas municipales tenían un superávit de 24 millones de euros en 2016, que bajó a los 23 en 2017 y a los 22 millones en 2018.
Por todo ello, Minchiotti acusó al equipo de gobierno de no tener «planificación», lo que conlleva un «cambio de criterio constante» que, según apuntó, se hace de la forma «menos democrática», es decir, vía decreto. «En seis meses de 2015 hicieron 27 modificaciones de presupuesto; en 2016, 20 modificaciones; en 2017, un total de 18 y en 2018, 21 modificaciones», añadió el popular. «¿Para qué presentan un presupuesto a principio de año si luego lo cambian una media de dos veces al mes?», preguntó.
Sin respuesta
Datos que no fueron contestados con más datos. Para Estefanía Torres, concejala de Recursos Humanos, el tiempo que le dio la oposición (tres días) para estudiar la moción no fue «suficiente». A su juicio, «no es de recibo que se pueda responder una moción de este calibre en dos días; estamos en desventaja».
Por su parte, Antonio Villalonga, concejal de Epic, argumentó que la falta de tiempo de la que hablaba Torres igual se correspondía a que ella «no es la persona precisa para llevar la concejalía», pero no es comprensible «que no pueda explicar por qué no se está gestionando correctamente el presupuesto».
Minchiotti no dudó en coger el relevo y pedirle a Torres que trabajar «un poquito más». Fue la concejala de Recursos Humanos quien salió del paso diciendo que el Consistorio cumple con la Ley de Contratos y «dice que gobernamos a golpe de decreto y así es como se gobierna», justificó.
Asimismo, pidió al popular que no hiciera «demagogia» con este tema porque «quienes no entienden de temas económicos se pueden creer lo que usted dice», aunque sí que le pidió -al final del pleno- los gráficos que mostraban los datos de la moción popular e instó a la oposición a volver a presentarla en la próxima sesión.
Minchiotti no quiso pasar por alta que el alcalde se ha vanagloriado de tener el presupuesto más alto de la historia, pero «el presupuesto es la prueba entre lo que realmente hacen y lo que anunciaban a bombo y platillo».