Unas 4.000 personas recorrieron ayer el centro de Ibiza secundando la movilización convocada con motivo del Día de la Mujer. Una auténtica marea violeta con una mayoría de mujeres, pero también había muchos hombres, mayores, jóvenes y pequeños, todos juntos clamando por la igualdad y por el fin de la violencia machista.
La multitud empezó a tomar forma desde primera hora de la tarde en el Parque de la Paz, epicentro de las actividades en la jornada de huelga. Y desde este punto, homenaje a la paz, arrancó la manifestación que durante unos 90 minutos se trasladó desde la avenida Isidor Macabich a la avenida España para acabar desembocando como un torrente en el Passeig Vara de Rey.
‘De vuelta a casa quiero ser libre' o ‘No es no, lo demás es violación', eran algunas de las consignas más repetidas entre los centenares de carteles que enarbolaban los manifestantes. También había versiones más libres como la que llevaban unas jóvenes con la leyenda: ‘No es no, si quieres más flexibilidad apúntate a yoga'.
Pero también los había con mensajes de presente y futuro, como el que llevaba el pequeño Mateo, de cinco años: ‘Soy un niño feminista y seré un hombre genial', en el anverso, y ‘Mateo, minialiado feminista', en el reverso.
Foto: Daniel Espinosa.
Abriendo la marcha feminista una pancarta bajo el lema Vaga general feminista: Si nosaltres parem, es para el món. Detrás de ellas, centenares de ciudadanos anónimos y también una nutrida representación política, de todos colores, unidos por el morado, el color violeta de las telas con las que laboraban las mujeres que en 1908 murieron en el incendio de la fábrica en la que estaban llevando a cabo una huelga y que fue incendiada.
La movilización iba avanzando de forma tranquila por las principales arterias de la ciudad. Los más jóvenes eran los que más se hacían sentir con sus proclamas, mientras las familias con niños en brazos o en carrito se sumaban a las acciones más tranquilas.
Al igual que en años anteriores, la marcha hizo un alto ante la sede del Consell d'Eivissa, donde se hicieron sentir las proclamas.
Manifiesto 8 de mazo
«Este 8 de marzo no es como cualquier otro. Esto ya es imparable», clamó una de las organizadoras desde el templete ubicado en Vara de Rey antes de ceder la palabra a Antònia Cirer. A un costado, Marina transmitía el manifiesto en la lengua de signos.
Pero la marcha continuaba haciéndose un hueco en el paseo y las organizadoras jaleaban al personal: «luego dirán que somos tres o cuatro». Los cálculos de la policía cifraban la asistencia en unas 4.000 personas.
Foto: Daniel Espinosa.
En el manifiesto se subrayó que el 8 de marzo del 2018 millones de mujeres en todo el mundo protagonizaron una huelga feminista histórica. «En Ibiza paramos en todos los lugares, en todas las ciudades, barrios y pueblos, ocupamos las calles para hacer visibles nuestros trabajos, nuestras demandas y nuestros cuerpos. Y demostramos que si nosotras paramos, se para el mundo, que impulsamos y desarrollamos propuestas e ideas para para pensar en otras vidas y otro mundo donde la vida esté en el centro. Que somos miles, millones, las mujeres dispuestas a conseguirlo, y vamos a por todas» resaltaron.
El manifiesto denunció las dificultades que tienen muchas mujeres para sumarse a la jornada de protesta ya que «las mujeres sufren desigualdades y precariedades que nos sitúan en lugares muy diversos frente al trabajo asalariado, los cuidados, el consumo, el ejercicio de nuestros derechos, la clase, la raza, la situación migratoria, la edad, la orientación sexual, la identidad de género y la diversidad funcional».
Violencia machista
Los participantes en los diferentes actos llevados a cabo a lo largo de la jornada de ayer hicieron hincapié en que son muchos los motivos para la movilización, pero acabar con la violencia machista está en la mente de toda la sociedad.
En este sentido, el manifiesto insistía en que una de las motivaciones de fuerza para movilizarse era que se «consideren las violencias machistas como una cuestión que atañe a toda la sociedad y se tengan en cuenta sus distintas causas y dimensiones, poniendo fin a aquellas que sufrimos cotidianamente en todos los ámbitos y espacios vitales (hogar, trabajo, espacios públicos, pareja, familia, entonro laboral, sociedad e instituciones del Estado).
Foto: Daniel Espinosa.
Los presentes recordaron que Balears es una de las autonomías con la tasa más alta de víctimas de la violencia machista y «los recursos para su atención son escasos. Aquí, en Ibiza, nos encontramos ante una situación sin precedentes: la falta de efectivos para la protección y seguimiento de los casos de violencia de género, falta de formación en los profesionales, carencia de equipos psicosociales que trabajen con las víctimas y sus familias»». Añadieron que esta coyuntura se ha agravado con el incendio que dejó inoperativos los Juzgados de Ibiza. «Las estructuras legales y de protección existentes, con frecuencia, no protegen la privacidad de las víctimas, desincentivando las denuncias por violencia de género», denunciaron.
Tras la lectura del manifiesto se llevó a cabo una actuación como colofón a una marcha para la historia de Ibiza.