El presidente de la Cámara de Comercio de Ibiza y Formentera, Carlos Marí Mayans, defendió ayer la propuesta de la entidad de que el Impuesto de Turismo Sostenible -conocido como ecotasa- sea gestionado por las Cámaras de Comercio de Baleares y se cobre directamente en puertos y aeropuertos. Marí se refirió a las quejas sobre el Impuesto lanzadas por la Federación Hotelera de las Pitiusas en la feria turística ITB de Berlín.
El presidente recordó que el malestar por parte de los touroperadores alemanes debido al Impuesto de Turismo Sostenible y la pérdida de competitividad que la tasa supone para los hoteleros de las Islas ya fue previsto por la entidad en 2016, cuando se propuso al entonces conseller balear de Turismo, Biel Barceló, la posibilidad de que el Impuesto fuera gestionado por las Cámaras de Comercio de Baleares y se cobrara directamente en puertos y aeropuertos.
Según reiteró, ya preveían el «problema que se iba a producir con el modelo que finalmente implantó el Govern», en relación a la pérdida de competitividad frente a otros destinos turísticos y «el resultado se ha evidenciado en esta feria de la ITB», lamentó Marí Mayans. A esta pérdida, añadió, hay que sumar la penalización que supone la tasa para turistas que se alojan en establecimientos legales frente al «descontrol» de la oferta ilegal.
También dijo que «el hecho de que no se cobre a todos los turistas que llegan a las Islas hace que el impuesto tenga que ser de una cuantía mayor de lo deseable».
Con la propuesta de la Cámara, al pagar todos los pasajeros una tasa fija de tres euros, se hubieran recaudado 15 millones. «El impuesto así planteado no hubiera generado ningún malestar, ni entre los hoteleros que ahora tienen que asumir todos los inconvenientes, ni entre los turistas, ya que su coste total era muy bajo», explicó Marí, destacando que el « sistema de cobro actual penaliza a las empresas que son legales y pagan sus impuestos, favorece el fraude de todos aquellos que se alojan en establecimientos ilegales y sobre todo, y se ha puesto en evidencia en la feria de Berlín, resta competitividad frente a otros destinos turísticos competidores».
Asimismo, el presidente destacó la «absoluta necesidad por imperativo legal» de que lo recaudado se gaste íntegramente en proyectos medioambientales. Marí Mayans criticó que la mayor parte del dinero se quede en Mallorca y se invierta en proyectos que «nada tienen que ver» con la recuperación de los espacios naturales.
La Cámara proponía la creación de una comisión especial local encargada de gestionar los planes que deberían financiarse con este impuesto. Marí Mayans explicó, además, que el tema se ha planteado de nuevo a todos los grupos políticos que hasta la fecha se han entrevistado con miembros de la entidad, asegurando que «el proyecto no ha sido visto con malos ojos».