Mañana a las 20.00 horas en la librería Mediterrànea, situada en el número 70 de la Avenida de España de Ibiza, la conocida poeta y traductora Nora Albert presenta una nueva edición de su poemario Mots i Brases. La presentación la realizará la consellera de Cultura, Participació i Esports del Govern balear, Fanny Tur, el poeta Bartomeu Ribes, y su editor Ramón Mayol, y contará con la lectura de poemas a cargo de Ángels Escandell y la propia autora.
—¿Por qué una nueva edición de Mots i brases?
—Por desgracia, muchas veces algunas editoriales prestigiosas como Bròsquil en Valencia o Moll en Mallorca mueren y con ellas sus libros. Ya no se distribuyen más y sus libros desaparecen del mercado, como el caso de Mots i brases. Recientemente ha salido una interesante antología LGTB en la que yo estoy, realizada por el escritor Sebastià Portell. Se trata del libro Amors sense casa de la editorial Angle. De hecho, su antólogo ha sido quien me ha catalizado la necesidad de una nueva edición por la dificultad de acceder no solamente a Mots i brases sino también a otros libros y por su interés por la calidad y por su aportación a la visibilidad gay/lésbica.
—El libro ha sido editado por Ramón Mayol y Edicions Aïllades. ¿Cómo ha resultado esta colaboración?
—Con Ramón Mayol, desde siempre, nos ha unido una amistad que compartimos gracias a un sinfín de afinidades e intereses culturales y por nuestro amor por la isla. Me considero una poeta eivissenca y creo que es importante publicar en Edicions Aïllades, una editorial de aquí porque es crucial el hecho de insertarme en el legado cultural de Ibiza y al mismo tiempo darle una cierta visibilidad y proyección en otros territorios de habla catalana. Creo que la tarea de Ramón no solo la editorial – por cierto muy importante y necesaria – sino también por su tantas iniciativas culturales es merecedora de un encomiable respeto y reconocimiento.
—¿Por qué escribió este poemario?
—Yo he sido profesora, y muy vocacional, de Lengua y Literatura y he disfrutado mucho con esta profesión y creo que a través del prodesse et delectare (enseñar deleitando) he trasmitido mi pasión al alumnado. Al mismo tiempo he sido crítica literaria y eso te crea una exigencia que te coarta la propia escritura. Pero, Mots i brases nació y creció en Ibiza de una forma libre y desinhibida, fruto de mi traslado voluntario a la isla por amor, un amor físico y por amor a la isla que fue desde el inicio un coup de foudre para convertirse en un amor incondicional y eterno. Lo presenté bajo seudónimo, Nora Albert, ganó el premio Lambda, a la visibilidad gay/ lésbica y ello me estimuló a seguir adelante.
—¿Cuál es la temática de Mots i Brases?
—El amor, el amor pasional – las brasas que lo encienden – y la rebelión iconoclasta. Al mismo tiempo, con este libro inicio también la pasión por las palabras, ese tesoro que con buen uso nos honra como seres humanos y que exploro casi en todos mis poemarios, sobre todo en el último: Lletra menuda/ scritto piccolo/small letters.
—¿Cómo ha afrontado su nueva relectura?
—Con mucha ilusión porque a pesar de que es aparentemente sencillo, poco complejo y muy inocente, escrito casi con un efervescente candor de adolescente, mantiene una coherencia temática. Además, le tengo un especial cariño por ser el primero y porque su publicación me abrió compuertas para explorar otros recorridos poéticos y porque, de algún modo, contiene las semillas de mi pequeña y humilde rebelión desafiante, siempre con el marco de la naturaleza de Ibiza a quien debo tanto y que subyace y envuelve mis poemas.
—Mots i Brases es su primer libro, ¿Cómo ha sido su evolución literaria?
—Cada libro es una exploración personal, un descubrimiento, una nueva aventura existencial. Con Tentacles de cel, exploré la vida como viaje, con Calç i memòria y Des de l' illa, el amor por el arte y la isla, con Punta Galera la mitificación de la isla a partir de un rincón emblemático y un recorrido por la memoria y el olvido, por lo eterno y lo efímero y, como la ola, por el milagro unísono de la llegada y la partida. En Fràgils naufragis me interesó profundizar sobre la consciencia y la empatía por la fragilidad humana, como algo intrínseco que nos define a los seres humanos.
—Actualmente traduce otras escritoras, sobre todo italianas, ¿De dónde viene su fascinación por ellas y por el italiano?
—Soy muy curiosa y me gusta abrir nuevas brechas, así que a pesar de que empecé traduciendo del francés y del inglés ahora me encuentro en la etapa italiana. Es un reencuentro con mis orígenes por parte de la mia nonna. La fascinación por la lengua y literatura italiana me han acercado, siempre al encuentro de una genealogía femenina, a autoras como Alda Merini, Amelia Rosselli, Antonella Anedda o Maria Grazia Calandrone y de quienes en breve saldrán nuevos volúmenes con su primera traducción en catalán. De Rosselli estoy trabajando en una antología que publicará la Arrela y con la magnífica poeta romana contemporánea, María Gracia Calandrone, se iniciará en Edicions Aïllades una nueva colección que dirigiré con el título de Accent Obert.
—Su último trabajo ha sido la edición de un CD de sus poesías musicadas por Marcela Friederichs, ¿Cómo ha sido su experiencia en este campo?
—Muy rica, muy gratificante y creo que el CD es precioso. Estoy enormemente agradecida por la generosidad de Marcela y creo que el CD muestra, con su gran variedad de registros, su creatividad y su extraordinario talento. El primero en musicarme fue Mon, y también lo han hecho Joan Murenu, el grupo Júlia, Eduardo Rincón y Projecte Mut, pero Des de Punta Galera es un conjunto de 16 canciones que muestran, a su vez, un sólido y emocionante recorrido musical a lo largo y a través de mis poemarios.
—¿Tiene en mente algo nuevo?
—Creo que se publica mucho. Yo prefiero no hacerlo de momento y que se vaya formando un poso a fuego lento, y cuando tenga que surgir, sucederá. Vivo poéticamente y creo que en mi interior vibra una nueva inquietud que baila ya al ritmo de un nuevo título, aunque aún no lo voy a revelar. La poesía es la elocuencia del silencio y, a pesar de ser muy activa soy una fan de la lentitud, de la dilatación del tiempo. De momento me apasiona el reto de la traducción y el baúl de las intenciones laten proyectos, a veces con o sin arritmia, pero siempre, anhelantes de vida.