La nueva sede del Partido Popular en Eivissa, situada en la calle Catalunya, vivió ayer el peor de los estrenos en unas elecciones generales. Con los resultados del primer escrutinio (PSOE 124, PP 70, Cs 45, Unidas Podemos 36 y Vox 21), los apenas seis simpatizantes que habían decidido acompañar a la formación azul, abandonaron la sede.
Con el 29 % escrutado, fue la portavoz Carmen Ferrer la primera en acercarse a la sala en la que estaban los medios de comunicación. Sin embargo, a la pregunta de cómo iba la noche, su respuesta no dejó margen de respuesta. «Puede mejorar», espetó.
La situación era tensa, las caras largas y solo Vicent Roig, coordinador general insular del PP, quitó hierro al asunto en sus múltiples idas y venidas cargado con bandejas de comida. También sacó cervezas para refrescar el ambiente, que era de todo menos festivo.
A partir de las 22 horas llegaron Miquel Jerez y Santi Marí, candidatos al Congreso y al Senado respectivamente, quienes no quisieron acercarse a los medios. También llegaron algunos apoderados y simpatizantes para apoyar al partido en lo que se preveía iba a ser su peor resultado electoral.
Con el 89 % escrutado y casi todo el pescado vendido, salió José Vicente Marí Bosó, presidente del PP y candidato a la alcaldía de Vila, quien no dio crédito cuando en la pantalla de la televisión vio que el PSOE había superado a votos al PP en Santa Eulària. Lo que no se vio es la cara que puso cuando se supo que el PP en Sant Josep quedó por detrás de PSOE, Unidas Podemos y Ciudadanos.
Fragmentación del voto
Minutos antes de las 23 horas, Marí Bosó, Jerez y Marí salieron a analizar los resultados, hablando únicamente el presidente de la formación. «Son unos resultados malos. Son unos resultados que no nos satisfacen en absoluto. Son unos resultados que, en gran medida, creemos que se deben a la fragmentación del voto de centro derecha y, por otra parte, nos tocará hacer autocrítica y analizar otra parte del resultado en los próximos días», dijo Marí Bosó.
Para el PP de Eivissa es «evidente» que esta fragmentación del voto deriva en que la izquierda gobierne y eso es, a juicio de la formación, lo que no necesita la isla. «No queremos las políticas de izquierda que hemos vivido durante estos cuatro años. No queremos este lío permanente. Por ello, tenemos que trabajar en convencer a los ciudadanos de Ibiza de que las políticas eficaces, del sentido común, de las reformas y las políticas que resuelven los problemas son las que propone el PP», añadió Marí Bosó.
En este sentido, abogó por «unir» el voto y «aunar» esfuerzos porque, de lo contrario, «el 26 de mayo nos vamos a encontrar con cuatro años más de parálisis e ineficacia en nuestras instituciones».
Ni Congreso ni Senado
A pesar de los malos resultados en las Pitiusas, a nivel balear y a nivel nacional, Marí Bosó negó que sean un anticipo de lo que vaya a pasar a nivel municipal y autonómico. Por ello, el partido de Pablo Casado apuesta por pisar la calle, hablar con los ciudadanos y explicar por qué sus políticas son las «mejores» para la isla.
«Dividir los esfuerzos nos pasa factura», dijo al tiempo que rechazó que desde el partido se haya transmitido un mensaje demasiado radical. «Lo que hay que analizar es que, desde 1989, esta es la primera vez que se produce un resultado muy fragmentado en el centro derecha», matizó el presidente del PP en Eivissa. De hecho, es la primera vez que el PP ibicenco se queda sin diputado en el Congreso y la tercera sin representación en el Senado.
Una fragmentación que no quiso cargar a la gestión del candidato de su partido a la presidencia nacional, al que alabó por el esfuerzo hecho en estos últimos meses en lo que, dijo, ha sido una situación «muy complicada». «Teníamos a Ciudadanos por un lado y a Vox por el otro y no vamos a pedir peras al olmo. Desde julio, la Dirección General está trabajando, no le vamos a pedir que en siete meses arregle todo».
Aún así, Marí Bosó felicitó personalmente al PSOE de la isla por los resultados obtenidos y destacó la alta participación de los ibicencos en estas elecciones. «De eso se trata, de decidir el futuro de los próximos cuatro años», añadió.
La comparecencia apenas duró 12 minutos y ni Jerez ni Marí quisieron dar la cara. Y es que ni ellos ni el resto de la formación tenían nada que celebrar. Lo que sí que se vio en la noche de ayer es que los simpatizantes del Partido Popular no aparecen cuando su partido se desploma.