La candidata descartada por el PP, Maria Salom, logró su acta de senadora con 7.804 votos más que la finalmente elegida para el Congreso, Margalida Prohens. Salom tuvo 75.046 votos frente a los 67.242 de su compañera de partido pero lo más significativo de todo es que si ese resultado se hubiera dado en el Congreso, el PP tendría ahora un diputado más, que habría arrebatado a su rival, el PSOE, y además sería la segunda fuerza en las Islas, no la cuarta. Algo parecido sucedió en Menorca y Eivissa, aunque no de una forma tan acusada. En toda Balears, el PP se dejó 10.065 votos en el Congreso, que luego recuperaron sus número uno al Senado.
El reparto
Esos votos ‘perdidos' en el Congreso se fueron prácticamente a partes iguales a Ciudadanos y Vox. El trasvase de votos apenas se notó en las filas de la izquierda ya que en el PSOE la diferencia fue de 162 votos y en Podemos, de 535 votos.
Esta diferencia de votos en Congreso y Senado fue una de las cuestiones más comentadas ayer en la sede del PP. Desde la dirección del partido se intentaba explicar esta anomalía asegurando que en los últimos días de campaña circuló activamente por las redes la teoría de que la mejor forma de evitar una victoria de la izquierda en el Senado era marcar cruces a partidos diferentes en la papeleta.
También hay quien considera que la explicación no está tanto en el nombre de las candidatas, sino en el hecho de que personas que tradicionalmente habían votado al PP decidieron dividir el voto entre las tres formaciones de derechas.
Otra diferencia sustancial en el voto al Congreso y Senado se da en Podemos y Veus Progressistes. Las dos formaciones concurrían por separado el Congreso y en Mallorca sumaron 91.482 votos. Sin embargo, esa cifra cayó a 73.356 para el candidato al Senado, a pesar de que los dos partidos presentaron lista conjunta a esta Cámara. A Podemos y Progressistes se les volatilizaron 18.000 votos en el trasvase del Congreso al Senado.