Esta noche durante la tercera edición del certamen Futur Adlib la castellonense Raquel Grau, junto a otras cinco compañeras, cogerá el testigo de Lorena Duran, la primera modelo curvy que desfiló en la Pasarela Adlib en el año 2015. Lo harán presentando parte de la colección Diverse que ha preparado el diseñador Alfonso Sánchez, ganador de este certamen y considerado como uno de los creadores con más futuro de España. Una señal de que las tallas empiezan a dejar de ser un tabú y de que la Moda Adlib se abre cada vez más a todo tipo de público sin que importen las medidas de quien la viste.
—¿Cómo afronta el desfile de esta noche?
—Pues tengo que confesar que cada hora que pasa estoy algo más nerviosa. Hasta ahora había tenido la cabeza ocupada con otros temas, sesiones de fotografías en Mallorca, clases, presentaciones... pero según se acerca la hora de subir a la pasarela aumentan un poco más los nervios.
—Usted y sus compañeras cogen el testigo de Lorena Durán... ¿Hay mucha responsabilidad?
—Más que responsabilidad diría que lo que tenemos todas es mucha ilusión. Yo, personalmente, no lo concibo como un desfile más, sino como una reivindicación de que es posible otro tipo de mujer sobre pasarelas tan importantes como es todo lo que rodea a Adlib. Por ello, para mí y creo que para todas, es un logro y un placer representar a mujeres y hombres con tallas más grandes de las que se acostumbran a ver en la moda. Y estoy segura que tras lo de hoy habrá un antes y un después.
—¿Se encuentra con muchos problemas por ser curvy?
—En algunas ocasiones sí. Por ejemplo, hace unos días tenía que realizar un composite de modelo con tres looks completamente diferentes y en una cadena de tiendas no encontré mi talla y me mandaron a otras especiales. Eso no puede ser.
—Afortunadamente con iniciativas como la de Alfonso Sánchez se consigue normalizar un poco todo... tanto la vida como la moda...
—Sin duda. Estamos acostumbrados a ver sobre las pasarelas de moda unas modelos con medidas irreales y eso no es bueno. Tenemos que lanzar entre todos la idea de que la moda es para todo el mundo y eso pasa por normalizar tanto las tallas como el lenguaje que usamos.
—¿Se podría decir que este fenómeno ya es imparable?
—Ojalá. Parece que si aunque hay que tener algo de cautela. Afortunadamente ejemplos como los de Dolce & Gabanna o Tommy Hilfiger, que subió a la pasarela modelos con la talla 56 parecen indicar que ya no hay marcha atrás. Nos han subido al tren y es nuestra responsabilidad no bajarnos de él.
—Usted es la representante de Miss Model Curvy en Ibiza y ahora subirá a una pasarela... ¿pero cómo empezó en este mundo?
—Un poco por casualidad. Yo soy de Vinaroz, en Castellón, pero ya llevo doce años en Ibiza y me han tratado tan bien aquí que me considero medio ibicenca. A mi siempre me ha gustado la moda, desde bien pequeña, y siempre he defendido a lo largo de mi vida que la belleza va más allá de una talla. Después, fue gracias a una amiga que me animó a presentarme a un concurso en la isla. Me fue bien y desde entonces todo me ha ido bastante rodado ya que hice un calendario en el año 2009 y he participado en varios desfiles. El último en la Ibiza Fashion Blogger, en noviembre del año pasado y también con Alfonso Sánchez. Allí yo era la Cleopatra que llevaba la capa y la experiencia fue magnífica.
—Poco a poco se la van abriendo muchas puertas... ¿Se ve como Lorena Durán que acaba de fichar por Victoria's Secret?
—Ojalá. Sería increíble De momento me siento muy afortunada con todo lo que estoy viviendo. El movimiento curvy en Baleares funciona genial. En Mallorca está la sede nacional de Miss Model Curvy España y desde ahí se hacen muchas cosas y muy buenas gracias al fabuloso trabajo que está llevando a cabo nuestra delegada María Azucena Torres. Por ejemplo, el pasado fin de semana estuvimos recibiendo clases de pasarela con Raquel Villadiego, una de las primeras y más destacadas modelos curvy que hay en toda España. Ha sido un auténtico lujo.
—Y una vez que termine todo esta noche, ¿cuáles son sus sueños más cercanos?
—Sin duda el poder cambiar la industria de una vez por todas y que esto no sea pasajero. Representar junto a mis compañeras al mayor número posible de mujeres con tallas que no son las de las modelos habituales, y demostrar que los diseñadores de todo el mundo pueden contar con nosotras porque la moda es para todo el mundo.