El sector turístico de Ibiza y Formentera empezó ayer oficialmente la temporada turística con optimismo y buenas expectativas, sobre todo, en los meses de los extremos de temporada. Según explicó la presidenta de la patronal hotelera pitiusa, Ana Gordillo, la Semana Santa se cerró con un 76% de ocupación de la planta hotelera abierta. Cabe recordar, además, que este año había un 15% más de hoteles abiertos que en la Semana Santa de 2018.
«Estos primeros días de mayo se irá abriendo de manera progresiva el resto de hoteles y podemos decir que para mediados de mes ya estarán casi todos los hoteles de la isla abiertos. Contamos con alrededor de un 80% de ocupación este mes ya que en Semana Santa se consiguió un 76% de ocupación, teniendo en cuenta que no se confirmaron las reservas de última hora porque hizo mal tiempo», explicó Gordillo, quien añadió que el sector de la restauración se ha animado a abrir antes también. «Estamos viendo cómo se recupera el mes de mayo», precisó. Por ello, los hoteleros confían en igualar los datos de mayo de 2018, mes en el que se alcanzó el 74,9% de ocupación en Ibiza y el 56,5% en Formentera: «El año pasado ya tuvimos un buen mayo y parece que estamos recuperando un mes por delante y por detrás de la temporada; esperamos igualar los datos de mayo o, incluso, superarlos».
Mantenerse respecto a 2018
En cuanto a cómo enfocan la temporada en general, la patronal hotelera pitiusa confía en que no se registre una caída respecto al año pasado. «Sí que es cierto que el año pasado tuvimos un bajón respecto a 2017; nosotros esperamos mantenernos y no seguir cayendo porque entonces querrá decir que la tendencia es la baja y esto nos puede llevar a medio y largo plazo a un problema», explicó Gordillo, quien confía en que la previsión del descenso del 7% en las reservas británicas se pueda revertir con las ventas directas de última hora.
La patronal de la pequeña y mediana empresa, por su parte, comparte la visión de los hoteleros y esperan una buena temporada. «El mes de mayo pinta bien, con una ocupación alta a precios de temporada baja», precisó Alfonso Rojo, presidente de Pimeef, quien señaló que los restaurantes y alojamientos turísticos de Ibiza ciudad trabajaron muy bien en Semana Santa debido al mal tiempo que hizo. Sobre la contratación de personal, Rojo explicó que las pequeñas y medianas empresas contratan al 80% del personal antes del inicio de la temporada. «El problema que hay hace que tengamos que garantizar a nuestros trabajadores unos contratos lo más largos posible; menos de seis meses es impensable», concluyó.
Vuelta al trabajo
Muchos negocios de playa d'en Bossa esperan al inicio de mayo para abrir sus puertas. La afluencia de gente que trae las buenas temperaturas levanta persianas y desempolva terrazas.
En el restaurante Tago Mago, en playa d'en Bossa, ultimaban los últimos detalles para tenerlo todo listo este viernes, día de su apertura oficial. Su propietario, Ercan Maurovich, explicaba que ha hecho una reforma integral. Una cocina abierta al público, nuevo suelo, nuevo techado...
En el equipo humano contará con otras cinco personas, además de él. Entre ellas el chef Sebastián Coletti, que lleva diez años en la isla. En esta década dice que la situación en el sector ha ido a peor. Los precios altos en el alojamiento perjudican a los trabajadores y al turismo familiar. «Cuando yo llegue hace diez años se hacían temporadas de ocho meses y uno podía encontrar casa a precios razonables», asegura.
Para Nidia Roldán es su quinta temporada en el restaurante-grill Moorea. Ella tiene la suerte de que sus padres, sevillanos, vinieron a Ibiza a vivir. Sabe que es afortunada. El alojamiento es un problema para mucha gente que conoce y que viene a a trabajar en verano. Espera que este sea su último verano de camarera. Ha acabado la carrera de Comunicación Audiovisual en Sevilla. «El año que viene espero estar trabajando de lo mío».
De isla a isla ha venido Adargoma Moreno. Llegó en abril con trabajo y casa que le buscaron unos amigos que viven en Ibiza. El motivo de venir a la isla a trabajar al hotel Santos no es la falta de trabajo en Canarias, sino el sueldo, mucho mejor aquí que allí.
En un supermercado cercano, María, italiana, reponía las estanterías muy ajetreada. Lleva muchos años viniendo a hacer la temporada estival a Ibiza. ¿Le sale rentable? Contesta que depende del alojamiento que encuentre. Este año no ha tenido mucha suerte. Salvo que encuentre otra cosa pagará 400 euros al mes por una habitación en una vivienda compartida. Sabe que no es la peor situación, pero ha pagado alojamientos más asequibles y cómodos.