Los cruceros que llegaron a Ibiza en 2017 emitieron más polución a la atmósfera, debido a la quema de combustibles , que todos los coches que circulan por la isla. En concreto las emisiones de Sox superaron en 7,36 a las del parque móvil. Así lo asegura un análisis realizado por Transport & Environment (T&E), organización cuya finalidad es lograr la sostenibilidad en el ámbito del transporte, y que coloca a Palma de Mallorca entre las ciudades portuarias europeas más contaminadas por este motivo, tras Barcelona y por delante de Venecia. En concreto, los cruceros que llegaron a Palma en 2017 emitieron casi diez veces más SOx que todos los coches de la ciudad.
En términos absolutos, España, Italia y Grecia, seguidas de cerca por Francia y Noruega, son los países europeos más expuestos a la contaminación por SOx generada por los cruceros. España, Italia y Grecia están tan expuestos a esta contaminación no solo porque son los principales destinos turísticos sino también porque son los que tienen estándares de niveles de azufre en el combustible marino menos estrictos, por lo que se permite a los cruceros quemar un combustible mucho más sucio y con mayores niveles de azufre a lo largo de sus costas.
Carnival Corporation, el mayor operador mundial de cruceros, emitió en 2017 casi diez veces más dióxido de azufre (SOX) alrededor de las costas europeas que el total de los 260 millones de coches de la Unión Europea, Noruega, Islandia, Montenegro y Groenlandia. Royal Caribbean Cruises, el segundo grupo más grande del mundo en este sector, es el siguiente más contaminante en esa clasificación, superando en cuatro veces la polución emitida por el conjunto de la flota europea de automóviles. Las emisiones de SOX forman aerosoles de sulfato (SO4) que aumentan los riesgos para la salud humana y contribuyen a la acidificación del medio ambiente terrestre y acuático.