Cámaras de fotos colgadas al cuello, gorras o sombreros para protegerse del sol y mochilas a la espalda. Era el equipamiento de los miles de turistas que paseaban ayer por el centro de Ibiza.
Las calles de la Marina, Dalt Vila, la Plaza del Parque y Vara de Rey bullían con miles de extranjeros llegados de distintas partes de la geografía mundial a bordo de tres cruceros con capacidad para más de 8.500 personas. Aunque era 11 de junio, la estampa parecía la de pleno verano.
Los autobuses lanzadera fueron y vinieron desde los muelles de es Botafoch a la estación marítima a partir de las 08.00 horas. Pocos minutos antes habían atracado el Costa Neoriviera con una capacidad para 1.800 pasajeros y 220 metros de eslora, y el Costa Fortuna, con capacidad para 3.470 pasajeros y 272 metros de eslora. Ya a las 10.45 atracó el MSC Fantasía, un crucero de 333 metros de largo y que puede albergar hasta 3.274 personas. Sus pasajeros tuvieron que esperar algo más de la cuenta para desplazarse al centro de la ciudad debido al atasco provocado en la rotonda del muelle ocasionado por los trabajos de asfaltado en la zona de Talamanca. El colapso impedía a taxis y autobuses poder acceder a la zona.
Planes de un día
Una vez llegaban a Vila, muchos pasearon hasta el centro histórico de la ciudad. «La arquitectura es maravillosa», decía Dianio, de EEUU. «Es la primera vez que visito la isla y me gusta mucho esta zona de Dalt Vila», añadía. Entre sus planes, después del paseo para ver la Catedral y recorrer las murallas, estaba sentarse en algún restaurante de la zona para «tomar una sangría y comer paella», señaló. Su mujer, Norma, prefirió aprovechar sus horas en Ibiza para ir de compras. «Tenemos que llevar recuerdos para la familia», apuntó.
Mirando un mapa para poder orientarse, Lorenzo y Silvana, italianos, buscaban los monumentos más destacados de la ciudad. «Es la segunda vez que venimos. Hemos vuelto a ver el Portal de Ses Taules y Dalt Vila y ahora estamos paseando más tranquilos y haciendo algunas fotos», explicaron.
A Victor y Nicole, llegados de Bélgica lo que más les gustó fue el tiempo. «Hace un sol espléndido. Es maravilloso pasear con este tiempo por la ciudad», aseguraron.
El cielo azul de Ibiza también enamoró a Nathai, alemana, en su primera visita a la isla. Por un rato se sentó en un banco de la Plaza del Parque a relajarse y «disfrutar de la buena temperatura».También hubo quien cogió un autobús para recorrer otros de los municipios de la isla y «visitar mercadillos».
Compras en la Marina
En el barrio de la Marina algunos comerciantes se mostraban disconformes con que «se lleven fuera de esta zona a los cruceristas». «Desde que limitaron el tráfico, la zona cada vez tiene menos turismo y de los cruceros tampoco pillamos mucho», decía la empleada de una de las tiendas de la calle del Mar.
No obstante, las tiendas de souvenirs aseguraron vender «más de lo habitual» cuando llegan barcos. «Los cruceristas se llevan siempre imanes y llaveros. Además de alguna pulsera de recuerdo», señaló Cristina, que regenta uno de estos comercios.
También las tiendas de ropa tuvieron ayer algo más de público. «Es difícil que los turistas accedan a la zona, pero hoy -por ayer- sí que están entrando y se suelen llevar algo. De media se gastan unos 50 euros», explicó Gabriel, de Oh La La.
La ropa blanca, de estilo ibicenco, era otro de los reclamos de los turistas, que se paraban a mirar cada escaparate.
En el Localito, ubicado en la plaza del Mercat Vell, la terraza estaba prácticamente llena. «Tenemos los días y horarios en que llegan cruceros y nos preparamos porque son días de mucho trabajo», comentaba Luca, encargado del la cafetería restaurante.
También algunos puestos de fruta y verdura del mercado tenían ayer colas. «Algunos cruceristas compran fruta para comerla durante el día, mientras pasean», comentaba María, una de las tenderas. «Lo que más se llevan son las cerezas, que dicen que son muy gordas y les llaman la atención», aseguraba. «La verdad que si no fuera por los cruceros...Se nota mucho cuando vienen», añadía.
Los turistas fueron abandonando las calles conforme avanzaba la tarde. Dos de los barcos, el Costa Neoriviera y el MSC Fantasía partían hacia un nuevo destino ayer noche. El Costa Fortuna abandonaba Ibiza a primera hora de este miércoles.