Iago Negueruela (Santiago de Compostela, 1980) es el conseller de Model Econòmic, Turisme i Treball. Niega que sea el «hombre fuerte» de la presidenta Armengol, pero sus amplios conocimientos le convierten en una pieza esencial del Ejecutivo en la presente legislatura. Va a primar el diálogo, el consenso y la búsqueda de soluciones prácticas. Nada de malabarismos y máxima eficiencia.
Nueva etapa en Turisme. ¿Se va a reactivar la inversión?
—El sector turístico en Baleares ha hecho una inversión importantísima en los últimos años que ha fortalecido al conjunto de la economía balear. Tenemos hoteles de más calidad y competitivos. Hay que sentarse con el sector y ver qué hay que hacer, porque entiendo que la modernización es clave para un destino. Se reactivará la inversión para culminar la modernización en todos los sectores turísticos, entre ellos el hotelero. El diálogo va a ser clave.
Conoce a la perfección cómo funciona la inspección laboral, pero en Turisme faltan inspectores. ¿Qué opina?
—Hay que completar lo pactado en la ley de presupuestos del pasado año, pero es verdad que hay intención de incorporar nuevos inspectores en Turisme. Este departamento se reforzará, pero no será de forma inmediata.
¿Considera que el control del alquiler turístico vacacional está un poco en el aire?
—Hay en este segmento vacacional toda una serie de problemáticas diferentes en la que convergen diversas instituciones, caso de los consells y ayuntamientos. Habrá que definir qué tipo de medidas de control se tienen que introducir.
¿Habrá cambios en la regulación del todo incluido?
—Lo que hay que hacer es una regulación del turismo de excesos en el conjunto de las actividades turísticas y evitar su imagen negativa. Esto afecta al todo incluido, al comercio, la restauración y el ocio nocturno. Hay que erradicar las prácticas turísticas basadas en los excesos.
La presidenta Armengol ha anunciado que habrá un control de los cruceros, ¿qué piensan hacer?
—Se harán los estudios económicos preceptivos sobre su impacto económico y se remitirán al Estado. El objetivo es fijar un techo a la llegada de los cruceros en el puerto de Palma, porque pensamos que la sostenibilidad es clave para un destino.
¿Qué opina de la turismofobia?
—Hay que huir de clichés y de determinados nombres. El turismo es un sector que ocupa al mayor número de trabajadores en las Islas y facilita, además, la mejora de la vida de las personas. Es un sector capital y con múltiples sinergías, pero hay que conseguir entre todos que sea más sostenible, tanto medioambientalmente como socialmente. Hay que ver entre todos cómo se modera esta situación.
¿Habrá un cambio en la redistribución de las inversiones del Impuesto de Turismo Sostenible?
—Los estudios que hemos realizado demuestran que su incidencia en la actividad turística es prácticamente nula. Es un impuesto que ha llegado para quedarse y es finalista. Habrá reuniones con todas las partes y distintas asociaciones para analizar, escuchar y ver cómo se estructura el reparto de los ingresos que se generan con el impuesto para realizar inversiones.
¿Se modificará la Ley General Turística?
—Insisto en que este tipo de cuestiones que afectan a aspectos de regulación se tendrán que perfilar con consenso y pactos.
¿Considera que la sociedad es consciente de lo que representa la industria turística para la economía balear?
—Todo el mundo es consciente de ello, pero hay que ir hacia un modelo económico más diversificado y aprovechar todas las interrelaciones y sinergías de la propia actividad turística en todos los sectores productivos.
El Govern apuesta por la cogestión aeroportuaria. ¿Van a incidir en esta estrategia?
—En los acuerdos del REB se recoge esta cuestión. Hay un modelo vigente de cogestión que funciona, como es en los puertos de interés general. Es un modelo positivo y se puede extrapolar a los aeropuertos, principalmente porque no deben de existir entes aislados que afectan con sus decisiones al propio desarrollo de la economía de Balears.
¿Seguirán con el programa ‘Better in winter'?
—La línea trazada en la pasada legislatura es la correcta y se seguirá trabajando en ello. Hay que incidir en la desestacionalización y los últimos datos son más que positivos. Sale ganando la economía y la actividad laboral de los trabajadores.
¿Apuesta por un ‘Brexit' duro?
—En absoluto. El Reino Unido tiene un problema serio y opino que su salida de la Unión Europea debe ser ordenada y con todas las líneas de actuación prefijadas. Con un ‘Brexit' duro y no pactado perdemos todos.