Han pasado ya sesenta años desde que un grupo de jóvenes llevaran a cabo la primera edición de la Volta a Eivissa, un recorrido que rodeaba la isla empezando y concluyendo en la iglesia de Santa Cruz de la ciudad de Ibiza. Hoy, sin embargo, el desarrollo urbanístico en muchas zonas ha trasmutado la orografía hasta convertir el recorrido de aquella aventura que comenzó un viernes 17 de julio de 1959 en impracticable. Aún así, Miguel Ángel Hernández i Coll – uno de los chavales que participó en aquella edición – pretende reeditar exactamente sesenta años después el evento, que permanece en la memoria de quienes vivieron aquella época.
No obstante, esta es la tercera edición de la Volta a Eivissa, pues ya en el año 2009 Miguel Ángel Hernández i Coll se animó a rememorar la icónica travesía dando la vuelta a la isla por segunda vez.
Saldrá mañana de Santa Cruz
El gran protagonista, quien ha pasado la mayor parte de su vida viviendo en Alemania y trabajando como ingeniero en la central de la empresa Siemens, saldrá mañana miércoles a partir de la 17.00 horas de la iglesia de Santa Cruz en la ciudad de Ibiza. Su idea es, tal y como aseguró a Periódico de Ibiza y Formentera «realizar el recorrido en quince etapas y acabar el 31 de julio, como en las anteriores ocasiones».
Sobre la motivación que le impulsa a volver a realizar el trayecto, Hernández i Coll asegura «que se trata de un ritual y un recuerdo de aquella vuelta que fue icónica». En este sentido recordó a este periódico que el objetivo de aquella primera edición – organizada por un párroco de Santa Cruz y posibilitada por un capitán de la Guardia Civil que disponía de los planos necesarios para idear el recorrido – fue «ocupar a la juventud, pues en 1959 no había mucho que hacer». De hecho, aún recuerda como si fuera ayer «que únicamente estaban asfaltados los tramos Eivissa-Santa Eulària y Eivissa-Sant Antoni y que las provisiones las compraban en casas payesas».
En 1959 participaron Juanito Moreno –músico que luego formaría parte de UC –, Paco Valentín o José Luis Rosselló y por ello, para el impulsor de esta nueva aventura, «es un placer repetir el evento, recordar viejos tiempos y hablar con los compañeros que se acercarán a saludar a la iglesia previamente a su partida».